Los niños se acomodan junto a su madre en el sofá. En el sillón, junto a ellos, el padre, relajado y con las piernas estiradas. En su mano derecha, el control remoto y, a sus pies, el perro. Parece la escena de una agradable noche familiar ante la televisión, pero no se desarrolla en una sala de estar, sino en un auto, según prevé para 2030 el profesor de diseño Peter Naumann.
Naumann es decano de la Facultad de Diseño de la Escuela Superior de Munich y especialista en el diseño de automóviles. El boceto de ese sofá familiar lo ha dibujado uno de sus estudiantes. Se podría pensar que es pura fantasía. Excepto las cuatro ruedas, el visionario vehículo tiene poco que ver con los autos que conocemos hoy en día.
El piloto se sienta detrás y el resto de los pasajeros en un sofá. No hay interruptores ni pedales ni volante, así como tampoco cinturones de seguridad.
Todo ello no es algo casual ni aproximativo: los bocetos presentan desarrollos en los que las firmas automotrices llevan tiempo trabajando.
“Tomemos el auto conectado como ejemplo”, dice Naumann sobre la investigación del llamado Car-to-Car- y de la comunicación Car-to-X, que posibilitan el permanente intercambio de datos entre los propios vehículos y entre ellos con la infraestructura de tránsito.
A través del juego conjunto de sensores en autos, semáforos y señales, y de sistemas de asistencia como medidores de distancia y frenos de emergencia automáticos, los accidentes de tránsito podrían ser pronto historia. “Y por ello, los cinturones de seguridad, los airbags o los asientos situados en la dirección del tránsito serían innecesarios”, explica Naumann.
Diseño en una época sin accidentes
La forma de la carrocería y el interior aún están hoy en día muy determinados por la seguridad. En caso de que los accidentes desaparecieran en 2030, eso podría cambiar: “Los coches deben arrastrar menos carga porque la visión de un manejo sin accidentes ya no es una visión”, dice el jefe de diseño de la firma Mercedes, Gorden Wagener.
Por lo tanto, los desarrolladores tendrían más margen para el diseño y la elección de materiales. Eso se ve claramente en el prototipo F125! que Mercedes presentó en septiembre en la Feria de Frankfurt.
“Las funciones automáticas descargarán de obligaciones cada vez más al piloto”, pronostica el profesor Jürgen Leohold, director de investigación en Volkswagen (VW). Eso podría tener consecuencias en la forma del interior del vehículo, aunque Leohold matiza: “El piloto mantendrá aún en 2030 el control y la responsabilidad del auto”.
Sin embargo, Naumann espera que el piloto automático dé libertad a todos los ocupantes de un vehículo en el futuro: “Navegar en internet, leer, comer juntos en familia o jugar: todo eso es posible”.
De esta forma, el automóvil podría experimentar en 2030 una gran modificación: ya no sería más un medio de locomoción, sino una sala de estar con ruedas. Y para inspirarse, los diseñadores de interiores acuden ya a las ferias de mobiliario, según observa Naumann.
El jefe de investigación de VW Leohold está convencido: “El diseño futuro de los vehículos y de los elementos vendrá de otros ámbitos como la vivienda o el trabajo, y habrá una influencia mutua”.
Mayor variedad
El mundo automotor en 2030 se caracterizará por una mayor variedad, según Naumann. “Procesos de producción más sencillos y económicos con nuevos materiales harán que haya muchas más posibilidades de individualización por colores, equipamiento y formas”.
A algunos vehículos no se los podrá reconocer como tales desde el punto de vista actual, cree Naumann, que avizora taxis automáticos y libres de emisiones en zonas de las grandes ciudades en las que estará prohibido el tránsito privado.
En esa categoría se encuadra el estudio Chevrolet EN-V (Electric Networked Vehicle). En el año 2010, la fábrica General Motors presentó junto a la asociación china de fabricantes SAIC un vehículo en forma de huevo para las megametrópolis de 2030, un medio de transporte que combate el smog y el colapso de tránsito.
Ahora, Chevrolet está llevando adelante el proyecto para adaptar el vehículo de un eje y dos asientos para las grandes ciudades. El auto con motor eléctrico no requiere conductor, pero puede manejarse manualmente.
El experto de VW Leohold espera que los autos eléctricos sean prioritarios en las ciudades. “Y en las largas distancias dominarán los plug-in híbridos con motores de combustión muy eficientes”, prevé.
También es de esperar que en los autos en serie para largas distancias se implementen los motores con baterías, si se establece una producción y una infraestructura sostenibles.
Nadie puede decir ahora con precisión qué aspecto tendrán los autos en 2030, ni cómo serán propulsados ni si se manejarán solos, sin necesidad de piloto. Sin embargo, Naumann tiene algo claro: “La visión del vehículo cambiará radicalmente”. Eso incluye el interior, una buena perspectiva para los consumidores. “El confort será lo máximo”, asegura.