Como en una sala de estar. Así se puede sentir uno en un nuevo prototipo de Volvo, que no es la única marca que se preocupa porque sus vehículos sean cada vez lo más cómodos posible.
Puede que sea porque los atascos son cada vez más frecuentes y obligan a pasar más tiempo en los coches, o quizás sea sólo una moda. O las dos cosas. Pero el hecho es que los fabricantes se esfuerzan por hacer acogedores los nuevos modelos.
Lograr en el coche la atmósfera de una sala de estar. Esa es la nueva divisa de los diseñadores de interiores, que están dando con ideas ingeniosas, como se demostró en el reciente Salón del Automóvil de Ginebra.
Por ejemplo, lo que destella hoy en la consola media y en las puertas del nuevo prototipo coupé de Skoda es cristal, una reverencia a la artesanía de Bohemia por parte de la firma checa.
Al diseñador de Skoda Jozef Kabaň le gustaría ver pronto en un vehículo en serie la valiosa consola y la palanca de cambio automático de cristal, así como las incrustaciones en los revestimientos de las puertas. Aunque el problema sería la seguridad en caso de accidente. Pero están en busca de una solución que deje a todos contentos.
Volvo, por su parte, apuesta en el modelo Concept Estate por una dirección interior no menos sorprendente: tejido de lana para el techo, y el lugar para los pies, palancas e instrumentos recubiertos de cuero con incrustaciones de madera. La intención es parecida a la del Skoda: lograr un espacio en el interior que sea confortable pero con un estilo sueco. "Como una sala de estar escandinava", dicen en el departamento de prensa.
En tanto, Mini apuesta por la elegancia para el próximo Clubman: madera y adornos como el reborde de la ventilación, y los botones en plata. "Esa pátina hace que se vean y que se usen los instrumentos con más gusto", dice la firma británica. Bajo el techo del Clubman destaca el tejido de tweed.
Aunque la madera, el cuero, la plata y la lana no suenan a equipamiento del coche, los fabricantes están en el camino correcto al elegir ese tipo de materiales, dice el profesor de diseño Lutz Fügener. Está de moda lo auténtico y también lo ecológico. "Los clientes exigen material de mayor valor en su atracción estética y en su utilidad, sin que refleje otro tipo de materialismo", afirma. El tablero de mandos de plástico con cuero de imitación está out. Lo in es la nueva naturalidad.
Coincide también el profesor Paolo Tumminelli, de la International School of Design de Colonia. "La tendencia en el interior va claramente hacia materiales naturales sostenibles y hacia materiales ligeros high-tech, como la fibra de carbono", dice.
"Y si se usa el plástico, plástico duro cuidadosamente trabajado",agrega Tumminelli. Un ejemplo son los adornos de colores, blanco o negro en las boquillas de la ventilación, la palanca de cambio, la consola media y las puertas en los modelos pequeños hermanos Peugeot 108, Citröen C1 y Toyota Aygo. Son detalles que aportan valor y acento y se pueden cambiar cuando el propietario se cansa.
Para los clientes, el interior tiene un valor creciente en detrimento del exterior, según los dos expertos en diseño. "En los últimos años vemos un claro desplazamiento del interés del exterior al interior", señala Fügener.
"Los coches son cada vez menos para conducir, ya que el tráfico es más lento y se pasa mucho tiempo dentro del vehículo. Por ello se está descubriendo la calidad del interior", añade Tumminelli.
Los japoneses están mucho más avanzados y apuestan por un "hogar sobre ruedas que no se disfruta desde fuera, sino desde dentro".
En la elección de materiales para el interior en los coches producidos en serie no existe tanta libertad como en los prototipos. "En los coches de exhibición se experimenta con materiales nobles y naturales para conocer la reacción de los clientes", explica Fügener.
Si se acepta lo que se ve, las marcas reflexionan entonces sobre cómo hacerlo asequible para el día a día. Para ello es necesario a menudo cambiar la manera de pensar y apostar por otros materiales.
Christoph Walter (dpa)