Franco Colapinto (CEDOC)
Gran Premio de Qatar Foto: CEDOC
Se define el próximo domingo

Colapinto repuntó y terminó 14°, mientras que Verstappen, Norris y Piastri siguen en "empate técnico"

La Fórmula 1 está al rojo vivo en una final donde todo puede pasar. Este último fin de semana volvió a resurgir el piloto de Red Bull y los McLaren tuvieron una estrategia que les puede costar el campeonato.

lunes 01 de diciembre de 2025

El Gran Premio de Qatar dejó un capítulo intenso y decisivo en la pelea por el título de Fórmula 1. Franco Colapinto cerró un fin de semana con problemas, pero mejor al esperado al terminar 14º tras una carrera que lo obligó a remontar desde el pit lane. El argentino aprovechó el caos inicial provocado por el toque entre Nico Hülkenberg y Pierre Gasly, y con buen ritmo y constancia, avanzó hasta completar una actuación prolija en Lusail.

La carrera por la victoria tomó un rumbo inesperado desde ese mismo incidente. Mientras la mayoría del pelotón, incluido Max Verstappen, aprovechó la neutralización para cambiar a neumáticos medios, McLaren decidió mantener a Oscar Piastri y Lando Norris en pista, apostando a conservar el 1-2. La estrategia, sin embargo, pronto mostró grietas: la ventana para cumplir la segunda parada obligatoria se cerraba en la vuelta 32 y los autos de Woking quedarían vulnerables ante sus rivales directos.

Verstappen, que venía descontando tiempo con el compuesto duro, emergió como la mayor amenaza. Tras su segunda detención, regresó con un ritmo imparable, mientras Piastri y Norris comenzaban a perder terreno. El australiano volvió a pista a 17 segundos del neerlandés y el británico cayó detrás de Carlos Sainz y Andrea Kimi Antonelli, quedando sin margen de ataque.

En el cierre, Norris sólo pudo recuperar algo de terreno al superar a Antonelli en la última vuelta, mientras Sainz sostuvo con esfuerzo un valioso tercer puesto para Williams. Verstappen se quedó con la victoria y dejó el campeonato al rojo vivo: Norris llega a Abu Dhabi como líder con 408 puntos, seguido por el piloto de Red Bull con 396 y por Piastri con 392. La definición promete ser de alta tensión.