Daniel Herrero (CEDOC)
Mercedes-Benz Foto: CEDOC
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Exclusivo

Daniel Herrero, presidente de Mercedes-Benz Argentina: “Queremos duplicar la producción y reforzar la relación con el cliente”

En una entrevista con Parabrisas, el directivo de la firma de Stuttgart en nuestro país habló de varias cuestiones muy importantes para el mercado y la industria nacional.

jueves 14 de agosto de 2025

Daniel Herrero, un líder con una sólida trayectoria en la industria automotriz, asumió la presidencia de Mercedes-Benz Argentina en un momento clave para la marca. Con experiencia en roles ejecutivos en Toyota Argentina, donde fue presidente hasta 2020, Herrero aporta su visión estratégica y pasión por el sector para consolidar a Mercedes-Benz como referente en el mercado local. En esta charla exclusiva, comparte sus planes para duplicar la producción, fortalecer la experiencia del cliente y posicionar a la Sprinter como pilar de la operación en Argentina.

P: Daniel, asumiste la presidencia de Mercedes-Benz Argentina en un contexto desafiante. ¿Cuáles son tus objetivos principales a partir del 17 de junio?

DH: El primer objetivo es mantener el plantel de 1800 personas, con 1600 operarios y 200 administrativos, porque ellos son el corazón de este proyecto. Queremos incrementar la producción de 14,000 a 16,000 unidades este año y llegar a 20,000 en 2026, casi duplicando el volumen de importados. Además, buscamos reforzar la relación con el cliente, haciendo que Mercedes sea aspiracional. La experiencia postventa es clave: queremos que el cliente sienta que es lo primero, con decisiones rápidas y personalizadas, como ofrecer una garantía de tres años con kilometraje ilimitado.

P: Argentina es un mercado más pequeño en comparación con otros. ¿Cómo ves su relevancia frente a los desafíos globales, como la irrupción de los fabricantes chinos o la transición eléctrica?

DH: Argentina tiene un enorme potencial, aunque a veces pierde trascendencia por problemas globales, como la transición eléctrica o la competencia china. Pero eso es una oportunidad: al ser un mercado más pequeño, podemos tomar decisiones ágiles, algo que una multinacional con procesos rígidos no siempre logra. Por ejemplo, este julio mantuvimos precios fijos para cuidar al cliente. Los chinos son una amenaza por sus precios agresivos y subsidios, pero también una oportunidad para aprender, quizás incorporando componentes que nos permitan ser más competitivos sin perder la calidad que distingue a Mercedes.

P: La electrificación es un tema central en la industria. ¿Cómo se adapta Mercedes en Argentina, donde la infraestructura para autos eléctricos aún es limitada?

DH: La electrificación es ideal para distancias cortas y entornos urbanos con infraestructura de carga, pero en Argentina, donde hay demandas de distancias largas, los modelos de combustión siguen siendo clave, especialmente en segmentos deportivos. Nuestra apuesta es híbrida: ofrecer electrificados para ciertos usos y mantener opciones tradicionales. La Sprinter, por ejemplo, es un pilar por su versatilidad y ciclo de vida largo, menos afectado por regulaciones como las de 2030 en Europa.

P: Hablando de la Sprinter, ¿por qué elegir un utilitario como foco de producción en un ejercicio hipotético?

DH: Si tuviera que elegir un modelo para producir, sería un utilitario como la Sprinter. Tiene una demanda sostenida, tanto local como para exportación, y un ciclo de vida largo que resiste cambios regulatorios. Además, podemos aumentar el contenido local para reducir costos y riesgos cambiarios, manteniendo la percepción de calidad de Mercedes. Un SUV híbrido sería una opción interesante, pero requiere más inversión en tecnología.

P: La experiencia postventa es un diferencial en el segmento premium. ¿Qué estrategias están implementando para mejorarla?

DH: La postventa es donde se construye la lealtad. Queremos que el cliente sienta que lo conocemos. Estamos digitalizando con programas como Mercedes Me para ofrecer servicios personalizados, pero sin perder la relación humana. En los 28 concesionarios, buscamos estandarizar la experiencia, desde Venado Tuerto hasta Buenos Aires, para que un cliente que invierte en un Clase E de 60,000 o 70,000 dólares reciba un servicio impecable.

P: ¿Cómo ves el mercado argentino para 2025? ¿Qué rol juega el financiamiento en un contexto de tasas altas?

DH: Apuntamos a cerrar este año con 3000 unidades y duplicar el volumen en el futuro, apoyados en un crecimiento del mercado del 25% respecto a 2024. La falta de crédito es un desafío, pero dentro del grupo tenemos un banco que nos permite ofrecer instrumentos financieros como leasing o cuotas fijas en pesos. Esto puede acercar a clientes que buscan alternativas en un contexto de tasas del 70-80%. Además, aumentar las exportaciones nos dará más estabilidad frente a las fluctuaciones del tipo de cambio.

P: La planta de Mercedes en Argentina tiene una cultura laboral sólida. ¿Cómo estás trabajando con el equipo y el sindicato en esta transición?

DH: La cultura de trabajo es una fortaleza enorme. Desde el día uno, accionistas, sindicato y operarios estuvimos alineados: no habrá despidos, todos son parte de este proyecto. El sindicato acompaña porque ve un plan comercial sólido que asegura la producción. Los operarios saben cómo funciona la planta mejor que nadie, y su compromiso es clave para pasar de 14,000 a 20,000 unidades sin aumentar el plantel. Mi rol es transmitir energía y una visión clara para que todos rememos juntos.

P: Mencionaste el automovilismo local, como el Turismo Carretera. ¿Es una oportunidad para reforzar la imagen de Mercedes?

DH: ¡Definitivamente! El automovilismo es una pasión argentina, y asociar Mercedes con un equipo en el Turismo Carretera, puede reforzar nuestra imagen aspiracional. Imaginate un motor firmado por el ingeniero que lo preparó, corriendo al rojo vivo. Es una forma de conectar emocionalmente con el cliente y mostrar la robustez de nuestros vehículos.

P: Por último, ¿qué te motivó a asumir este desafío con Mercedes-Benz Argentina?

DH: Mercedes siempre fue la marca del éxito para mí, algo que aprendí de mi suegro, un fanático de la estrella. Cuando surgió la oportunidad, no lo podía creer: liderar un proyecto con una marca icónica, en un país que necesita crecer y generar trabajo

Recuadro: La Sprinter, el pilar de Mercedes-Benz en Argentina
• Producción local: Fabricada en la planta de Virrey del Pino, Buenos Aires, con un creciente porcentaje de contenido local para reducir costos y riesgos cambiarios.
• Versatilidad: Disponible en versiones furgón, combi y chasis, con configuraciones para transporte, turismo y usos especializados.
• Innovaciones 2026: Nuevas versiones para captar nuevos segmentos.
• Garantía: 3 años con kilometraje ilimitado, un diferencial en el segmento.
• Demanda: Pilar de la producción local, con un ciclo de vida largo y demanda sostenida en el mercado interno y para exportación.
• Objetivo: Incrementar la producción de 14,000 a 17,000 unidades en 2025 y 20,000 en 2026.

Por Augusto Brugo (Parabrisas), Ceferino Reato y Claudio Celano (Fortuna)