Stellantis inauguró un nuevo centro de pruebas de choque para autos eléctricos e híbridos (CEDOC)
Stellantis inauguró un nuevo centro de pruebas de choque para autos eléctricos e híbridos Foto: CEDOC
Stellantis inauguró un nuevo centro de pruebas de choque para autos eléctricos e híbridos Foto: CEDOC
En Brasil

Stellantis inauguró un nuevo centro de pruebas de choque para autos eléctricos e híbridos

El evento marcó la primera visita oficial de Antonio Filosa como CEO de Stellantis a la región.

viernes 11 de julio de 2025

Durante su primera visita oficial a Brasil como director ejecutivo global de Stellantis, Antonio Filosa encabezó la apertura de una nueva instalación en el complejo industrial de Betim (Minas Gerais), destinada a realizar ensayos de impacto en vehículos electrificados. 

Esta nueva área forma parte del renovado Centro de Seguridad, que ahora cuenta con capacidad para evaluar automóviles híbridos y eléctricos con estándares internacionales.

La incorporación de esta infraestructura representa un paso relevante en términos de desarrollo tecnológico para la compañía, ya que expande sus posibilidades de crear soluciones en materia de seguridad vehicular desde América del Sur, sin depender del tipo de motorización utilizada.

El funcionamiento de esta unidad reafirma la importancia estratégica que Stellantis le asigna a Sudamérica en su agenda de electrificación. Con foco en la seguridad, la sustentabilidad y la innovación aplicada al diseño automotor, la región consolida su rol clave en el ecosistema industrial de la empresa. 

El laboratorio, considerado el más avanzado del hemisferio sur en su categoría, cuenta con un equipo de más de 50 ingenieros especializados que llevan a cabo pruebas de choque con protocolos rigurosos. 

Aunque los métodos utilizados para autos híbridos y eléctricos comparten ciertas similitudes con los aplicados a vehículos con motor de combustión, se presta atención especial a los sistemas eléctricos y a la integridad de las baterías.

Antes de cada ensayo, las baterías son evaluadas mediante análisis visuales, pruebas eléctricas y controles de aislamiento. Durante el impacto, se emplean sistemas tecnológicos capaces de detectar cortocircuitos, fugas de calor y posibles focos de ignición, lo cual permite un monitoreo preciso en tiempo real.

Posteriormente, la zona de ensayo se aísla y el personal especializado sigue protocolos específicos diseñados para operar con vehículos que incorporan componentes de alto voltaje. Se efectúan verificaciones no invasivas de la estructura que aloja la batería y se controlan continuamente la temperatura y la emisión de gases.

En caso de que se registren parámetros fuera de lo normal, el sistema activa automáticamente mecanismos de supresión de incendios y contención de riesgos, protegiendo tanto al personal como la integridad de los datos obtenidos.

Finalizada la prueba, los autos se trasladan a una zona especial donde se los vigila durante al menos 24 horas mediante cámaras térmicas y sensores conectados a una red que permite el seguimiento a distancia. 

En caso de detectarse una amenaza potencial, el protocolo establece que el vehículo sea sumergido en un tanque especialmente diseñado para refrigerar componentes de alto voltaje, asegurando así el control total de la situación.