En 1994, el periodista francés Jean Dulon emprendía un desafío bastante especial: recorrer Australia con un Renault Twingo, modelo que recién se estaba lanzando al mercado.
Su idea se originó al ver un aviso de este vehículo: “En esa época, la publicidad de Renault hablaba de inventarnos un estilo de vida que combinara con el Twingo. Tomé esa consigna al pie de la letra y le pregunté a Renault si podía inventar una aventura que creara un encuentro entre un auto chico como el Twingo, con un país tan grande como Australia”.
Dulon hizo 25.000 kilómetros, incluyendo 8.000 km sobre caminos de tierra, durante un viaje de dos meses por ese país. Cabe destacar que el pequeño automóvil fue el primer vehículo con tracción en dos ruedas en llegar a la Península del Cabo York, ubicada en el punto más al norte de Australia.
El aventurero carecía de GPS, tampoco contaba con asistencia en la ruta y, en las zonas más remotas, cada estación de servicio quedaba a cientos de kilómetros una de la otra.
Antes de regresar a Francia, Dulon pidió a los reconocidos artistas locales John Moriarty (diseñador de la marca de ropa Balarinji) y Frank Lee, célebre aerografista, que inmortalizaran su aventura con una pintura “aborigen” sobre el vehículo.
Además de realizarse un filme sobre el viaje hecho por Jean Dulon, la historia llegó a los medios de comunicación. En 1995 la marca del rombo utilizó la imagen de este auto en un anuncio, cuyo slogan era “El Twingo es como un búmeran: fue enviado lejos y siempre consiguió volver”.
Jean continuó utilizando su Twingo “Balarinji” en el día a día cuando retornó a Australia, totalizando 250.000 km. Ahora, devenido prácticamente en un patrimonio histórico, fue comprado por el Museo Nacional de Australia, en Canberra.
