Hugo Belcastro tiene una reconocida trayectoria en la importación de autos en nuestro país. Hace más de treinta años comenzó en el rubro junto a su hermano, Juan Carlos, con quien abrió el primer concesionario: ambos fueron la cara visible de marcas como Isuzu, Rover, Alfa Romeo y, actualmente, Audi. Justamente visitamos el concesionario de la marca de los anillos más grande de la Argentina (Audi Zentrum Pilar), desde donde Hugo Belcastro maneja todas las operaciones de venta y posventa.
− ¿Cómo está el mercado premium en la Argentina?
Tuvimos un 2013 excepcional, que se había producido por la brecha entre el dólar oficial y el “blue”. Eso llevó prácticamente el volumen del mercado premium al cielo. Se vendieron muchos autos porque la gente podía acceder a ellos de aquella manera, pero el 1º de enero de 2014 el gobierno oficializó el bombazo del gran impuesto y con desconocimiento de cómo implementarlo. Con esa “bazooka” se pulverizó el mercado en general, fundamentalmente el premium, que de 2013 a 2014 cayó un 90%. Ese año el mercado general cayó de 960 mil a 640 mil unidades.
− ¿Cómo sobrevivieron ese año?
Fue un año prácticamente de posventa. Las pocas operaciones que se hicieron fueron con unidades que se habían facturado antes del impuesto, inventarios que teníamos los concesionarios. También con autos que se empezaron a configurar y encargar con distintos niveles de equipamiento para que no los afectase el impuesto del 100%, y hacia fines de 2014 hubo un poquito más de volumen.
En nuestro caso somos un concesionario muy sano. Los edificios son nuestros, tenemos un inventario propio y mucha cartera de posventa. No tuvimos más remedio que hacer ajustes en el área comercial pero, como nuestra familia tiene concesionarias de muchas marcas, pudimos reubicar el personal.
− En 2015 la venta de autos recuperó un poco de aire. ¿Fue un poco mejor para las marca premium?
Afortunadamente sí. Diría que Audi en particular creció exponencialmente (más del 100%). Se pasaron de vender 7.500 unidades en 2013 a solo 750 en 2014, mientras que en 2015 repuntó a los 1.700 vehículos patentados.
− Con el cambio de gobierno se terminó el cepo al dólar. ¿De qué manera afecta eso al sector automotor?
Al sincerarse la economía es más fácil sentarse con un cliente. La ausencia de oferta hace que el consumidor quede en una situación muy frágil. Hay que ser cada vez más competitivo. Antes la tarea era conseguir las DJAI (Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación) y después todo lo vendían a cualquier precio. Al disminuir la presión impositiva del mal llamado "impuesto al lujo", todos los modelos volvieron a su escala de 11,11%, a excepción de los que pasan los 800 mil pesos más IVA, que se fueron al 25%. Eso hizo también que los autos bajasen un poco de precio, porque el impacto del impuesto era muchísimo más incremental que lo que fue la devaluación. Entonces, un auto que de pronto tenía que venderse en 130 mil dólares hoy se vende en 90 mil.
− El gobierno de Macri parece haber dado un guiño al sector automotor: se habla de la implementación de nuevas líneas de crédito y búsqueda de inversiones. ¿Qué crees que puede pasar este año?
Yo soy muy optimista, aunque creo que estamos en un camino bastante peligroso, porque Brasil se desplomó y eso afecta directamente al crecimiento. Si bien conozco a Macri y considero que es una persona muy capaz, de gestión, que además cuenta con un equipo económico muy bueno, tiene la difícil tarea de desanudar la galleta que recibieron. La soja ya no vale lo mismo que hace dos años y además bajaron drásticamente los precios de los demás comodities. Por eso creo que 2016 va a ser un año en observación. No obstante, en el caso de Audi nos agarra en un ciclo muy favorable, porque este año hay muchas novedades de modelos (S3, Q7, Q5, Q2 y A4, entre otras). Nuestro pronóstico es que este año se venderán cerca de dos mil autos premium en la Argentina. Un volumen razonable, que representa el 3 % del patentamiento general.
