FCA pasaría a manos chinas

El grupo ítalo-americano salió a la búsqueda de socios o compradores, y las terminales del gigante asiático mostraron su interés. Una comisión de EEUU podría frenar la venta. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Las empresas chinas vienen conquistando mercados a pasos agigantados y con productos más que interesantes. Una vez instaladas, pasaron a adquirir marcas que estaban a punto de desaparecer (por caso, Volvo) para revivirlas. Pero ahora piensan en pasos muchos más grandes como comprar megaemporios globales como el Grupo FCA, uno de los fabricantes más grande del mundo.

Sergio Marchionne, el líder del holding que nuclea a las terminales Fiat, Lancia, Maserati, Alfa Romeo, Chrysler, Jeep, Dodge y Ram, entre otras, y hombre de máxima confianza de la familia Agnelli, busca socios o compradores para el grupo, y las marcas chinas salieron a la caza. Great Wall Company (la más grande de todas y que picó en punta al mostrar un serio interés por la mítica compañía de las  todoterreno), Geely y Guangzhou Group son las más destacas, aunque no las únicas.

Si bien no es un secreto que el conglomerado ítalo-americano busca una operación, algunos especulan con un movimiento bursátil, ya que las acciones de FCA subieron entre 8 y 10 por ciento en las Bolsas de Nueva York y Milan.

Marchione se retirará de la compañía a fines de 2018 para concentrarse en Ferrari, una de las empresas que continuará en mano de los Agnelli y que ya cotiza en solitario en el mercado. Por eso su idea es asociar al séptimo mayor fabricante del mundo con otra de las mayores terminales. Sus primeros contactos fueron con General Motors y Volkswagen, quienes rechazaron la adquisición.

En ese contexto, el CEO de FCA apuntó al gigante asiático, cuyos productores tienen las bases suficientes para comprar empresas en vez de buscar una sociedad. Y con un plan estratégico: desde Beijing la idea es invertir más de mil millones de dólares hasta 2025, en la búsqueda de más tecnología y mejorar la producción.

Las ganas de la familia turinesa de vender su grupo cierra un círculo para las compañías chinas. Además de ser un fabricante colosal, tiene al tercer mayor productor de EEUU, otro de los puntos valiosos para el plan del gigante asiático. Por eso la compra no será fácil. En primera instancia, porque según estimaciones, el valor total del holding es de uno u$s 20.000 millones.

Por otra parte, en el país norteamericano existe una comisión denominada CFIUS (en inglés) mediante la cual se investiga toda operación ligada a empresas estadounidenses para evitar que caiga en manos enemigas, pudiendo ser compradas por el estado. China presenta una ambigüedad: es un aliado económico pero representa un potencial enemigo geopolítico en muchos aspectos.

La arista del mercado de EEUU no es menor, ya que en la operación no se incluiría a Alfa Romeo, Lancia y Maserati, tres marcas de pura cepa italiana que el grupo quiere conservar y revivir. También es un dato concreto que FCA presenta una salud destacable en muchos mercados, con modelos nuevos o renovados, que potencian su presente. Los chinos, por el momento, no evidencian el interés que poseen, pero el futuro inmediato dejará ver todas las cartas sobre la mesa.

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