De acuerdo con lo informado por un ente de seguridad vial estadounidense, los fabricantes de autos podrían ser inducidos a colocar en sus nuevos modelos "cajas negras" similares a las de los aviones, es decir dispositivos a prueba de incendios y golpes que, al registrar lo ocurrido durante un accidente y en los momentos previos, permitirían conocer con más precisión y facilidad las causas de ese hecho.
La iniciativa es propiciada concretamente por la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) que depende del Departamento de Transportes del Gobierno estadounidense, cuyo titular, Ray LaHood, dijo que "este elemento proporcionará el punto de vista y la información crítica que necesitamos para salvar más vidas”.
Según estimaciones del ente en cuestión, un 96 por ciento de los autos que se venden en los Estados Unidos son compatibles con la instalación de uno de estos dispositivos, que guardarían datos relativos a velocidad, activación de los frenos, fuerza del impacto, despliegue de airbags y funcionamiento de cinturones de seguridad entre otros registros.
