Si no tuviera tanto talento para la F.1, Lewis Hamilton debería haber sido una estrella de rock. En Japón, donde en la madrugada se correrá el GP en Suzuka, durante la conferencia de prensa del jueves se la pasó tomando fotos con su celular mientras los demás hablaban, cosa que suele hacer a menudo. Pero esta vez llegó al límite. Después de romper el motor de su Mercedes en Malasia a quince vueltas del final, mientras ganaba la carrera, aquí tuvo que vérselas con la prensa, que naturalmente preguntó acerca de su relación con el equipo (el propio Hamilton sugirió un sabotaje diciendo que le parecía extraño que fuera el único de todos los Mercedes que tuviera problemas). Lewis contestó que no estaba pensando en eso, que había disfrutado de tres días en Tokio, y cuando el periodista insistió en si no había pensando en eso, con ironía respondió: “Sí, estoy muy feliz; espero seguir teniendo ese rendimiento”. Otro le preguntó a continuación cuán importante es la religión en su vida, habida cuenta de que después de Malasia dijo haber sentido que “el de arriba” al parecer no lo quiere o no desea que gane ahora… Lewis respondió que acababa de dar su opinión en Instagram, para demostrar lo entusiasmado que está con su equipo: la foto que abre este artículo, con el epígrafe: “Esta mierda me está matando”. La prensa se hizo eco y el sábado el tricampeón estalló, también durante la conferencia de prensa posterior a la clasificación (se ubicó segundo detrás de su compañero Rosberg y delante de Raikkonen, de Ferrari): “No estoy aquí para responder a sus preguntas. Con todo respeto por aquellos que se portan muy bien conmigo y aquellos que yo sé quiénes son, debo decir que hay otros, lamentablemente, que toman ventaja de ciertas cosas. Lo del jueves fue una cosa de nada, y muchos de ustedes lo tomaron como una falta de respeto. No fue esa la intención, era algo simplemente divertido, pero de ahora en más no pienso estar sentado acá a menudo, de modo que les pido disculpas y espero que pasen un buen fin de semana”. Se levantó y se fue.
