Ayer por la tarde, la Cámara de Diputados de la Nación sancionó una ley que agrava las penas para los conductores que matan al volante, con agravantes por conducir en estado de ebriedad o a alta velocidad.
El proyecto, presentado hace 12 años por la ONG Madres del Dolor, estuvo "cajoneado" en el Senado por mucho tiempo. Pero a poco de perder estado parlamentario, Diputados lo aprobó en mayo. De vuelta en Senadores, fue aprobado en noviembre pero con modificaciones, entre las que se destaca la eliminación del artículo que establece la graduación alcohólica y el límite de velocidad, que funcionan como agravantes. No obstante, en la Cámara baja se refrendó ese punto y quedó firme. La ley se sancionó con 197 votos a favor, uno en contra y cuatro abstenciones.
Hasta el momento, los conductores que atropellaban y mataban recuperaban en el corto plazo la libertad, porque la mayoría de ellos era condenada con la calificación de "delito culposo", con penas que no superaban los tres años.
"Sé que esta ley es la base, vamos a seguir adelante. A partir de ahora, el que atropella en estado de ebriedad o con exceso de velocidad, o que se escapa y deja tirada a la víctima en la calle, va a enfrentar un agravante", señaló en el Congreso Viviam Perrone, fundadora Madres del Dolor, quien hace doce años perdió a su hijo -fue atropellado por un conductor que se escapó.
Según las estadísticas, en la Argentina 25 personas mueren por día en siniestros viales. A partir de la sanción de la ley, no podrá obtener la excarcelación quien provoque la muerte de una o más personas y se dé a la fuga, maneje a un 30% más de la velocidad máxima permitida o tenga 0,5 gramos de alcoholo por litro de sangre (profesionales) o 1 gramo por litro de sangre (particulares). Además, la norma estipula penas de tres años o más, y también considera como agravante huir de la escena del accidente y abandonar a la víctima.
