Cuando Tony Stark se pone el traje especial que lo convierte en Iron Man, adquiere una gran fortaleza y hasta la capacidad de volar. Muy lejos se está todavía de emular al famoso superhéroe, pero de a poco se están implementando los llamados exoesqueletos para algunos trabajos específicos. Ford, por ejemplo, fue la primera automotriz en integrarlos por primera vez en una línea de montaje en movimiento, donde los operarios requieren una importante exigencia física.
Los nueve exoesqueletos que se utilizan actualmente están hechos con titanio y fibra de carbono y ayudan a los trabajadores a levantar, mover o cargar cualquier elemento que pese más de tres kilos cuando están de pie en una postura forzada. Asimismo, estos chalecos mecánicos brindan protección y apoyo contra el cansancio y las lesiones al reducir la tensión y el esfuerzo de movimientos repetitivos que pueden pasar factura al cuerpo a lo largo del tiempo.
Si bien se hicieron pruebas con este tipo de equipamiento en otras fábricas de automóviles, la iniciativa en la planta de Ford en Almussafes, Valencia, en la que se fabrican los modelos Kuga, Mondeo, S-Max, Galaxy y Transit Connect, es la primera en integrar de manera total esta tecnología en su proceso de producción.
