Cuándo se creó el pedal de embrague y cómo evolucionó

Es un pilar fundamental en los vehículos de transmisión manual y en la actualidad está en "peligro de extinción". Galería de fotos

Redacción Parabrisas

El pedal del embrague es una de las piezas fundamentales en los vehículos con transmisión manual, pero su existencia es el resultado de más de un siglo de evolución tecnológica. Surgió como una solución práctica para controlar la conexión entre el motor y la caja de cambios, permitiendo el paso de marchas sin detener el vehículo.

A fines del siglo XIX, con la aparición de los primeros vehículos a motor, los sistemas de transmisión eran muy rudimentarios. El automóvil patentado por Karl Benz en 1886 ya contaba con una forma primitiva de embrague, pero no con un pedal como lo conocemos hoy. En esa etapa, los sistemas de acoplamiento y desacoplamiento del motor eran controlados por palancas o mecanismos manuales.

A medida que se desarrollaron las primeras cajas de cambios con múltiples relaciones, surgió la necesidad de desacoplar temporalmente el motor de las ruedas para realizar el cambio de marcha de forma suave. Esto llevó al diseño de los primeros embragues mecánicos, operados inicialmente por palancas y luego mediante pedales.
Embrague
Durante las primeras décadas del siglo XX, especialmente entre 1910 y 1930, comenzó a establecerse la configuración de tres pedales en los autos con transmisión manual: embrague, freno y acelerador. Esta disposición se convirtió en un estándar de la industria automotriz.

Con la masificación del automóvil, los controles del vehículo comenzaron a estandarizarse. Aunque algunos modelos tenían una transmisión peculiar que no usaba un pedal de embrague convencional, marcó el camino hacia una conducción más accesible. Poco después, los fabricantes adoptaron sistemas accionados por pedal, lo que permitió mayor precisión, rapidez y seguridad en la conducción.
Caja manual
Durante el correr del siglo XX, se perfeccionaron los sistemas de embrague por fricción, y con ellos, los pedales se volvieron más ergonómicos y eficientes. En las últimas décadas, aparecieron tecnologías para asistir de forma hidráulica o electrónica y mecanismos como el Auto Hold o los embragues robotizados.

En la actualidad, el "tercer pedal" sigue presente en millones de vehículos con caja manual en todo el mundo, aunque su uso ha disminuido con el incremento de las transmisiones automáticas y los sistemas de doble embrague automatizado. No obstante, sigue siendo una pieza clave para quienes prefieren el control y la conexión directa con la conducción.

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