La incorporación del freno de estacionamiento electrónico se ha convertido en una de las transformaciones más visibles en la evolución de los autos modernos. El clásico freno de mano, asociado durante décadas a maniobras bruscas y derrapes controlados, o simplemente para accionar cuando estacionamos, dio paso a un pequeño pulsador que, a simple vista, genera dudas sobre su comportamiento dinámico cuando el vehículo está en circulación.
Diversas pruebas realizadas en los últimos años han permitido responder a esa incógnita. Como bien indicó Motorpasión, uno de los ejemplos más recientes proviene de Alemania, donde una pareja de agentes de policía decidió comprobar cómo reaccionaba su patrulla al accionar el freno de mano electrónico en pleno movimiento. El resultado fue claro: el vehículo se detuvo con rapidez, sin descontrol y con la intervención automática de los cuatro frenos y del sistema ABS.
El comportamiento observado no es exclusivo de ese caso. El creador de contenidos Cleetus McFarland ya había realizado un ensayo similar con un Chevrolet Corvette C7, obteniendo la misma conclusión: nada de trompos ni bloqueos traseros; el auto se limitó a detenerse de forma progresiva y estable.
La clave está en la diferencia de concepción respecto al freno manual tradicional. Mientras que este último actúa únicamente sobre las ruedas, con el riesgo de provocar un bloqueo repentino y la consecuente pérdida de trayectoria, el freno de estacionamiento eléctrico está integrado en la electrónica del vehículo. Al activarlo en marcha, el sistema interpreta la maniobra como una situación de emergencia y ordena al módulo de frenos aplicar una deceleración controlada, evitando deslizamientos y asegurando estabilidad.
Más allá de la curiosidad técnica, este funcionamiento tiene una aplicación práctica concreta en materia de seguridad. Si el conductor pierde el conocimiento, sufre una descompensación médica o incluso se queda dormido, un pasajero puede accionar el freno eléctrico y lograr que el vehículo se detenga de inmediato, sin exponer a los ocupantes ni a terceros a una maniobra peligrosa.
De este modo, accionar el freno de mano electrónico mientras se circula no reproduce el efecto del freno manual de palanca. Ya no se trata de un recurso para maniobras deportivas o espectaculares, sino de un dispositivo de seguridad diseñado para emergencias, que contribuye a una conducción más segura en los automóviles de nueva generación. A continuación, mirá el video.