Land Rover extenderá su línea de modelos en el primer lustro de la década de 2020 y una de las principales apuestas será un SUV ubicado en la escala más accesible de la marca que estará inspirado en el Defender. La idea de la automotriz es competir con las versiones tope de gama de diferentes utilitarios deportivos de marcas convencionales como Volkswagen con Tiguan, Jeep con Compass, Toyota con Rav4, entre otros, y las variantes más accesibles de esta categoría de vehículos de las compañías premium como BMW con X1, Volvo con XC40 o Mini con Countryman.
Según reveló el sitio Autocar, el “mini Defender” es conocido bajo el código L860 y se espera que llegue al mercado en 2021. Acorde con un precio más “accesible”, el inédito vehículo adoptaría un aspecto más simple y sencillo en el interior con una reducción de equipamiento y dimensiones más pequeñas, en comparación con su hermano mayor. Por fuera, tendría su parecido con el concepto DC100.
La firma británica tiene como objetivo reducir los costos de desarrollo y construcción para alcanzar valores competitivos en el mercado, con el nuevo vehículo que por el momento no tiene nombre oficial. En relación a la plataforma que poseerá el SUV, se espera que adopte la base modular denominada D10 en el caso de Land Rover u Omega-Arc por parte de empresa compañera de grupo, denominada Tata.
Debajo del capó, la nueva apuesta de Land Rover podría adoptar una inédita gama de motores de familia Ingenium 1.5 de tres cilindros con turbocompresores y versiones híbridas.