Algunos autos parecen tener una mirada, un rostro definido por el diseño de sus ópticas y calandra, características que les otorgan una personalidad única y los hacen destacar de inmediato.
En los años 60, el Renault 4 ejemplificaba esta cualidad con sus icónicas luces redondas y su calandra rectangular de esquinas redondeadas. Hoy, el Renault 4 E-Tech eléctrico recupera ese diseño legendario, dotándolo de una iluminación LED que lo reinventa con un enfoque moderno y tecnológico, marcando una primicia dentro de la gama Renault.
Desde junio de 2023, la legislación europea sobre iluminación en automóviles ha evolucionado, permitiendo destacar elementos como logotipos y calandras, aunque bajo estrictas condiciones. Estas normas establecen que el logotipo iluminado no puede exceder el metro cuadrado, debe ser simétrico, emitir luz blanca fija y uniforme, y estar integrado sin sobresalir de la carrocería.
Renault aprovechó esta oportunidad para reinterpretar el frontal del Renault 4 E-Tech eléctrico, dotándolo de un rombo frontal iluminado y una calandra simétrica que redefinen su diseño, añadiendo un toque futurista sin caer en la nostalgia retro.
El diseño de la calandra combina detalles innovadores y funcionalidad. En su interior, los motivos esculpidos contrastan con la pureza de los elementos luminosos, mientras el logotipo parece flotar en el centro, como si levitara. El desarrollo de esta calandra iluminada no estuvo exento de retos técnicos. Renault mantuvo su compromiso con la filosofía original del Renault 4: crear un vehículo sencillo, robusto y fácil de mantener.
Conciliar el peso, los costes, la resistencia y la durabilidad de esta pieza implicó superar desafíos tanto en diseño como en producción. La calandra, con un cristal monobloque de 1,45 metros de largo, representa una proeza técnica sin precedentes en la industria automotriz.
Producirla en serie requirió proveedores especializados capaces de fabricar una pieza de tales dimensiones con revestimientos protectores contra los rayos UV y la condensación. Su transporte y ensamblaje también supusieron un desafío logístico, dadas sus características únicas.
La sencillez de mantenimiento fue otro aspecto fundamental. La calandra y las luces pueden repararse por separado, y su diseño incorpora elementos modernos que protegen contra pequeños golpes, como extensiones del parachoques reinterpretadas para absorber impactos menores.