Algunos lo consideran como un juego, un capricho de estudios de estilo automotor. Pero el diseño de otros productos que nada tiene que ver con los autos les ha permitido saltar el cerco para ampliar su espectro, tanto con productos reales como conceptuales.
Durante los últimos años se ha convertido en algo habitual que en varios salones internacionales de automóviles, las automotrices más lujosas del planeta exhiban prototipos de veleros, pianos, helicópteros y otros objetos que trasciendan del mundo de las cuatro ruedas.
En este caso, el prestigioso estudio italiano Pininfarina, que lleva décadas diseñando los modelos más encantadores de Alfa Romeo, Maserati y Ferrari, entre otros, profundizó sus ideas en el mundo de la náutica.
Para ello se nutrió de la experiencia del astillero italiano Rossinavi, con quien idearon el Super Sport 65, un excéntrico yate de 65 metros de largo que combina una estética tan agresiva como elegante, inspirada en famoso “Gran Turismo” de Pininfarina, el superdeportivo de Maserati.
Este modelo conceptual, que fue mostrado por primera vez a fines de 2019 en los Estados Unidos durante el Salón Náutico de Fort Lauderdale, está construido casi en su totalidad con aluminio y alberga seis cabinas de lujo con capacidad para doce huéspedes, además de siete cabinas adicionales para el capitán y la tripulación.
En 2017 Rossinavi y Pininfarina realizaron su primer desarrollo conjunto en el mundo de la náutica, con una enorme embarcación de 70 metros bautizada como Aurea
Las especificaciones del Super Sport 65 dan cuenta de grandes y lujosos espacios para entretenimientos al aire libre, divididos en diversas áreas y lounges, con dos lujosos jacuzzis (uno en cada extremo de la embarcación).
Cabe destacar que la escalera principal debajo de la cubierta está inspirada en las tomas de aire de los automóviles deportivos y se combina a la perfección con el piso vidriado y los enormes ventanales de piso a techo. Además, dispone de un exclusivo hidromasaje y livings con sofás construidos a medida con materiales de primerísima calidad.
Por su parte, la potencia del "superyate" de Rossinavi y Pininfarina proviene de cuatro motores de 12 cilindros (cada uno desarrolla 1.500 caballos de fuerza) del fabricante alemán de motores y sistemas de tracción MTU Friedrichshafen, marca que pertenece en su totalidad a Rolls-Royce.
Según el fabricante, el Super Sport 65 alcanza una velocidad máxima de 30 nudos (55 km/h), mientras que la velocidad de crucero es de 28 nudos para un rango de 4.000 millas náuticas (7.408 kilómetros).
Al tratarse en primera instancia de un prototipo no está a la venta, pero está claro que llevar esta faraónica obra al agua debe valer sus buenos millones de dólares.