En la actualidad económica que se vive en todo Sudamérica, quienes son dueños de vehículos automotores saben que es necesario más que nunca aprender sobre su mantenimiento y cuidado diario. Además de la usual y obligatoria visita al taller de tanto en tanto, las personas deberían tener ciertos conocimientos básicos del cuidado de sus autos, a fin de abaratar costos y evitar sorpresas indeseadas con el paso del tiempo.
Un correcto mantenimiento preventivo de un automóvil implica que este dure mucho más, gaste menos y, -que no es para nada poco-, que sea un vehículo más seguro para nosotros y nuestras familias. Este mantenimiento, con un poco de experiencia y cuidado, es posible hacerlo cada uno por nuestra cuenta y sin la necesidad de un lavadero de autos o un mecánico que nos saquee los bolsillos para controlar la presión de los neumáticos.
Sabemos que abrir un capó puede ser shockeante la primera vez, ya que lo primero que se encuentra a nuestra vista son cables, cajas de electrónica, hidráulicas y tubos que fácilmente nos confunden y desorientan (a menos que tengamos un motor encapsulado). Sin embargo, mantener un auto se puede hacer de cuatro formas: llevándolo a una concesionaria oficial, a un taller, haciéndolo nosotros mismos o una mezcla de todas ellas.
Cuando acudir a las concesionarias o talleres no oficiales
En primer lugar, si el auto es bastante nuevo y todavía tiene su garantía (aproximadamente unos cuatro años), lo más recomendable es aprovechar a las concesionarias oficiales. Las razones de esto son muy sencillas: los arreglos de una concesionaria hacen que el auto valga más si se lo quiere vender; y el seguro del auto suele cubrir todo lo necesario, como cambios de aceite, reparación de llantas, y varios otros aspectos.
En segunda instancia están los talleres que, aunque no sean oficiales, ofrecen garantías por las reparaciones. Sin embargo, si somos capaces de notar cuales son los problemas de nuestro auto y reconocemos si hay partes que deberán ser cambiadas, lo más recomendable es buscar los precios de dichas partes por nuestra cuenta, dado que muchos talleres suelen basar gran parte de su negocio en los recambios de partes.
Para ello existen varias webs en las que las personas pueden simplemente escribir el modelo de su auto y encontrar las partes compatibles de ellos sin problema: neumáticos, venta de llantas, amortiguadores, discos, frenos y cientos de productos más. En este sentido, también es importante aclarar que es imperativo respetar siempre las indicaciones y el tiempo de hacer revisiones que manda el fabricante del auto en cuestión.
El “Hazlo Tú Mismo” de los automóviles
De todo lo que hay dentro de un auto nuevo (o antiguo si tenemos suerte), lo más esencial es el pequeño libro de mantenimiento: un documento donde cada uno puede encontrar los aspectos más básicos para cuidarlo y mantenerlo correctamente como el cambio de neumáticos y otros puntos. En caso de la ausencia de este librito, es muy sencillo encontrar un formato para descargar en PDF en la web oficial del vehículo en cuestión.
Este manual es ideal para aprender lo primero y principal que todos deben saber para mantener su auto: la limpieza. No existen autos de Fórmula 1 o TC 2000 sucios, al menos no antes de correr. Lo mismo debería ser para los autos particulares de cada persona. La limpieza, después de todo, es mantenimiento. El uso de una buena esponja, agua con poca cal y un shampoo para autos es perfecto para evitar la corrosión y deformación de la pintura.
Aun así, la limpieza de la estructura y los neumáticos chile no lo es todo. Una vez que el coche está limpio y seco quedan por hacer otras pequeñas tareas. Ahora hace falta hacernos con un aceite en spray simple, de la clase tres-en-uno, y un spray que sea abrillantador. Con el primero de ellos se les da un breve repaso a las partes móviles del interior del auto, como las salidas de aire, los botones de la radio, las cerraduras, el volante, etcétera.
¿Para qué sirve esto? Pues bien, para mantener estas partes engrasadas pero también secas. Estos aceites son hidrófugos, es decir, expulsan la humedad, promoviendo su duración, correcto funcionamiento y evitando que la suciedad del aire se acumule en ellas. Por su parte, los abrillantadores sirven para proteger los plásticos, a fin de evitar que se resquebrajen con el tiempo.
Cambiar el aceite de motor, el líquido reflejante y el líquido para el limpiaparabrisas también son conceptos esenciales que cada uno puede aprender con tan solo seguir las instrucciones del manual, así como mirando algún que otro video en la web. De la misma manera, como veremos a continuación, se puede hacer con cada llanta para auto y otros de sus cuidados.
Neumáticos: lo más importante del auto
Nuestra seguridad depende de los neumáticos, y por este motivo los consideramos las piezas más importantes, sea cual fuere. En este sentido, cambiar el líquido de frenos y el líquido hidráulico con constancia evita accidentes y malos momentos. Ya sean neumáticos baratos o de los mejores en el mercado, estos necesitan frenar y direccionar el auto con la mejor seguridad posible.
Con un poco más de experiencia, tal vez una o dos veces luego de hacerlo en un taller, es posible aprender cómo medir la presión correcta de los neumáticos de nuestro auto. Esto debe hacerse al menos una vez al mes y se debe respetar siempre la presión que recomienda el fabricante. Si la presión del neumático se pasa de lo debido, es probable que desgaste su parte central, convirtiéndolo en un peligro para los pasajeros.
Como muchos se imaginarán, cuando la presión de los neumáticos es menor que la debida lo que más se desgasta son los laterales, algo igual de peligroso que el caso anterior. La parte central, en este caso, queda más “abombada” que los hombros del neumático, algo que, a corto plazo, puede implicar incluso un pinchazo de la rueda (o de las ruedas) del auto.
Otro aspecto a tener en cuenta para los neumáticos chile es la necesidad de cambiarlas cada 20.000 kilómetros aproximadamente: primero los de adelante y tiempo después los de atrás. La razón es simple: los neumáticos delanteros siempre se desgastan más que los traseros. El intercambio jamás debe ser cruzado (es decir, una de adelante y una trasera) ya que desgasta la vida útil de las que tenemos en buena condición.
Todas estas cuestiones se pueden apreciar por cualquier persona que tenga el mínimo interés en aprender a cuidar su automóvil por sí mismo. Se trata de arreglos que son necesarios a simple vista y que con un poco de tiempo y dedicación se pueden solucionar rápidamente. De esta forma, ahorramos dinero y, a la vez, nos aseguramos de que nuestro auto se encuentre en las condiciones óptimas mínimas para poder salir a la calle.
Con tal solo seguir el manual del auto y comprar ciertos productos de limpieza es posible hacer de un automóvil una máquina que vale más y que cuesta menos cuidar. ¡El mantenimiento de nuestros coches nunca fue tan sencillo!