El Peugeot 208 tiene un par de años en el mercado argentino, y en ese transcurso logró un nivel de ventas estable y sostenido, con el que se puede afirmar que el público le dio el visto bueno. En 2014, primer año completo del modelo en el mercado, patentó 20.707 unidades, lo que le alcanzó para entrar al top ten de ventas. Pero no la tiene fácil, ya que en su momento, debió reemplazar, en parte, al 207 Compact y competir en lo alto del segmento más popular del mercado nacional. En él, Peugeot sabe que el posicionamiento de gama es fundamental, pero también que hay que actualizar la oferta para poder permanecer con un buen ritmo de ventas.
La frase de cancha podría decir que “equipo que gana no se toca” y la marca del león la supo utilizar. Tocó poco, pero sumó un jugador importante en la gama del hatch: la caja automática. Un recurso que ya utilizaban gran parte de sus rivales, y que hasta Peugeot introdujo en el segmento a fines de 2005 con el 206. Una década después, el 208 que proviene de Brasil, adopta una transmisión similar en una única versión: Allure Tiptronic, con motor 1.6 de 115 CV.
Básicos:
Velocidad máxima: 175,6 km/h / Potencia: 115 CV / Consumo promedio: 12,9 km/l
Diseño-Aerodinámica (✭✭✭✭): A más de dos años de ser presentado todavía luce moderno. La trompa es lo que más rechazo genera.
Confort-Espacio interior (✭✭✭): El espacio posterior es algo justo en el sector trasero. Butacas cómodas y anatómicas.
Motor-Prestaciones (✭✭✭): Con prestaciones justas, es silencioso y confiable. El consumo, algo elevado en ciudad.
Los más: Comportamiento dinámico • Respuesta de la dirección • Diseño vigente • Agilidad urbana
Instrumental-Equipamiento (✭✭✭1/2): Instrumental en posición conflictiva. Equipamiento adecuado para no ser el “full”.
Suspensiones-Dirección (✭✭✭✭): Agradable compromiso ciudad-ruta. Dirección precisa y con volante de radio pequeño.
Transmisión-Caja (✭✭✭): Con solo cuatro marchas tiene un funcionamiento adecuado y ofrece modo secuencial.
Los menos: Caja de cuatro marchas • Tacto del pedal de freno • Prestaciones justas • Garantía de dos años
Seguridad-Frenos (✭✭✭): Pedal de freno de tacto dudoso. Algunos competidores ofrecen ESP y más airbags.
Precio-Garantía (✭✭✭): El precio está en línea con el de los competidores, pero la garantía debe un año de cobertura.
Son cuatro
Con el paso del tiempo, las cajas automáticas van ganando terreno y, si bien siguen siendo resistidas por muchos, son sumamente valoradas por quienes las utilizan. La del 208 es una transmisión convencional con convertidor de par y solo cuatro marchas, la misma que utilizaban tiempo atrás el 206 y el 207 Compact. Esta caja tiene un funcionamiento lógico para sus características, aunque resulta algo patinadora, efecto que debe realizar el convertidor para lograr una correcta suavidad en la marcha. Sin embargo, lo más novedoso son las levas para el pasaje de cambios tras el volante. Un recurso utilizado por autos deportivos, y que desentona un poco con las cuatro relaciones de la Tiptronic, que no ofrece una respuesta picante.
La obediencia de las levas, que se activan al llevar la palanca al lado izquierdo de la corredera (en modo automático igualmente también funcionan) es relativa. Por un lado, es una comodidad en la ruta para algún sobrepaso o en caminos de montaña, pero en ocasiones no realizan, al pie de la letra, lo que el conductor demanda. Además, al acelerar a fondo, al punto de rozar la zona roja del cuentavueltas, aun estando seleccionado el modo secuencial, la caja pasa al cambio siguiente de manera autónoma.
También dispone de la función Sport (S) que estira la gama de revoluciones entre cambios, pero siempre preserva estoicamente la integridad del motor, el conocido 1.6 EC5, con dieciséis válvulas y doble árbol de levas con admisión variable. Con 115 CV a 5.800 rpm, y 15,4 kgm de torque a 4.000 vuel - tas, es silencioso y brioso en baja, característica que no se repite en la zona alta del cuentavueltas. El dúo mecánico marcó prestaciones aceptables, con casi trece segundos para acelerar “de cero a cien”, mientras que la velocidad máxima de 175,6 km/h se ve reducida en unos diez kilómetros por hora con respecto al manual. En cambio, las recuperaciones y el consumo en ruta son similares.
La dinámica es uno de los puntos para destacar por el equilibrio general: es confiable en curvas de todo tipo, y confortable en la ciudad (lugar donde es algo gastador), y la dirección, de impecable asistencia y volante de tamaño reducido, es eléctrica. El punto oscuro se encuentra en los frenos, con distancias algo largas y pedal de tacto esponjoso.
Todo en su lugar
La carrocería del 208 no ha sufrido variación alguna desde que está a la venta, y la opción Tiptronic se ofrece únicamente con el nivel de terminación Allure, que no cuenta con las vistosas luces leds frontales del Feline, mientras que las llantas, consideradas entre los pocos cambios que ha sufrido, incorporan nuevo diseño, pero mantienen la medida de quince pulgadas.
El equipamiento goza de techo panorámico de vidrio, navegador satelital, radio multimedia con pantalla de siete pulgadas, bluetooth y cuatro airbags, como lo más destacable. El faltante que más se hará sentir (sobre todo, en verano) es el climatizador automático bizona.
Con respecto al Feline, la percepción de calidad denota ser inferior por la ausencia de algunos brillos, pero la terminación, en general, está lograda. La posición de manejo, con volante multifunción regulable en altura y profundidad, no ofrece inconvenientes. Las butacas delanteras son cómodas, mientras que la habitabilidad trasera es justa al techo para personas de más de 1,75 metros de altura. El baúl dispone de un espacio amplio de 318 litros.
Para tener en cuenta, la posición del tablero de instrumentos queda en la línea superior al aro del volante y eso puede perjudicar a algunos conductores (no en nuestro caso). Dicho tablero tiene medidores luminosos, algo imprecisos, para nivel de combustible y temperatura, y en el display central se destaca un velocímetro digital junto a los datos que brinda la computadora de a bordo. El mayor inconveniente lo generan algunos reflejos que produce la columna de dirección, lo que reduce su visibilidad.
Una elección
Peugeot decidió que la versión automática del 208 debería tener un equipamiento intermedio: así logró un precio de 255.400 pesos, unos doce mil pesos por encima que la versión Allure 1.6 manual, pero cinco mil menos que el Feline. La garantía, de dos años o cien mil kilómetros, es escasa.
*Los precios corresponden al momento de realizar el test
FICHA TÉCNICA