Verificación Técnica Vehicular: en la capital, también los autos

En junio de 2014 será obligatoria la VTV de los automóviles particulares, hasta ahora exceptuados del trámite que tienen que cumplir vehículos de carga y de transporte público de pasajeros. Fotogalería. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Para los propietarios de vehículos automotores de algunas de las 23 jurisdicciones, la RTO (Revisión Técnica Obligatoria) es una periódica costumbre; para los dueños de automóviles de la ciudad de Buenos Aires, a partir de mediados del año que viene, será una necesidad ineludible. Recordemos que RTO es sinónimo de VTV (Verificación Técnica Vehicular) o VTNO (Verificación Técnica Nacional Obligatoria), término este último que utiliza la CENT (Consultora Ejecutiva Nacional de Transporte), el organismo rector de esta actividad en todo el país, que regula la actividad de los 109 talleres que brindan este servicio en los 23 distritos.

Hasta ahora las RTO son imprescindibles en toda la Argentina para los camiones y vehículos de transporte de pasajeros, incluyendo los livianos, como, por ejemplo, microómnibus del tipo “Trafic” y taxis. También están comprendidas en este registro las motocicletas. En algunas provincias, por caso Buenos Aires, ya se incluye también a los automóviles de uso particular. En la capital argentina está proyectado comenzar con el control obligatorio de los automóviles particulares en junio del año que viene, aunque en las plantas porteñas ya son numerosos los controles a los que se los somete: en la planta de Silvio Zink, en Nueva Pompeya, el día anterior al de nuestra visita para interiorizarnos y graficar el trámite, habían pasado para verificar una veintena de unidades de uso particular.

Un millón de autos a control

Para tener una dimensión de esa incorporación, digamos que el parque de automóviles radicado en la CABA era, en 2010 (último dato fehaciente disponible), de nada menos que 1.176.000 unidades, cifra que amerita el agregado de una gran cantidad de talleres a los ocho existentes. Para tener una idea, en la provincia de Buenos Aires funcionan 43, en Santa Fe 13, y en Córdoba, Entre Ríos y Mendoza, cinco en cada una; en el otro extremo, Catamarca, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Luis y Santiago del Estero cuentan con un solo punto reconocido por la CENT en cada una. Sin embargo, estas plantas, que dependen de la Secretaría de Transportes de la Nación, tienen injerencia interjurisdiccional, pudiendo atender a autos radicados en otras provincias que aún no han implementado sus propios sistemas.

La Ley Nacional 24.449, que refiere a las RTO, fue promulgada en 1995 y reglamentada por el Decreto 779/95, perfeccionada en 2008 por la ley 26.363 y el Decreto 1.716/08. En el artículo 34 se especifica la obligatoriedad de la RTO o VTV, como se la conoce en el ámbito bonaerense, o ITV (Inspección Técnica Vehicular), como se la denomina en Córdoba.

La RTO se creó para combatir una de las problemáticas más importantes de nuestro país: la inseguridad en el tránsito vial, que arroja elevadísimos porcentajes con respecto a los de países más avanzados en el tema. Se busca con ella mejorar las condiciones de seguridad de los vehículos –tanto activa como pasiva– para disminuir la cantidad de accidentes en rutas y calles, así como para bajar el nivel de contaminación gaseoso y sonoro, en la búsqueda del mejoramiento de nuestra calidad de vida.

Cómo es una VTV

El control se dirigirá a automóviles de más de tres años de uso (o 60.000 kilómetros) y a motos de más de un año en rodaje. El turno de las revisiones seguirá un ordenamiento de acuerdo con las patentes; tendrá un costo de aproximadamente 200 pesos para automóviles y de 80 pesos para motocicletas. La vigencia en el caso de los particulares es de dos años para unidades de tres a siete años de antigüedad y de un año para los que tengan más de siete años de uso. Los grupos mecánicos del automóvil sometidos a control son dirección, suspensiones, trenes delantero y trasero, llantas y neumáticos; sistema eléctrico, de iluminación y señalización; equipo de GNC (cuando lo hubiere); estado general de la carrocería y emisión de contaminantes gaseosos y sonoros.

El trámite lo puede realizar cualquier persona, aunque no sea el titular, presentando su licencia de conductor, “cédula verde” y comprobante de pago del seguro. Debe tenerse en cuenta que, en ningún caso, los procedimientos efectuados para verificar los vehículos los afectan y el taller al que se recurre para la RTO está habilitado para efectuar reparaciones.

El control lleva apenas unos quince minutos: se constata la identidad de la unidad cotejando los números de la documentación con los de las chapas o inscripciones en carrocería y motor; luego se testea la capacidad de frenos en los trenes de rodaje y en el dispositivo de estacionamiento (“freno de mano”), el estado de cubiertas y llantas, el sistema de dirección, el funcionamiento de las luces, bocina y señaladores de viraje, y el estado de los elementos de amortiguación y suspensión; se finaliza con el análisis de los gases del escape. Si al verificar el vehículo presenta algún defecto que reduzca su habilitación a condicional, se otorgará un plazo de 30 a 60 días corridos parta subsanarlo, debiendo retornar al taller para su aprobación definitiva. De extraviarse el certificado RTO, que se otorga además de la oblea adherida al parabrisas, deberá realizarse una nueva revisión técnica; en caso de romperse el parabrisas, el taller dará constancia sobre el hecho.

En la ciudad de Buenos Aires se licitará para la habilitación por diez años de una decena de grandes plantas, con seis líneas de atención. ¿Darán abasto para atender a un millón de unidades?

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