Sesenta años pasaron desde que Alpine lanzó su primer modelo. Y tras tantas décadas, la semana pasada la marca anunció que vuelve al ruedo, con la intención de instalarse para siempre en el marcado automotor.
En concreto, presentó el show-car Alpine Vision, una coupé biplaza con motor central trasero, elegante y ágil al volante. El concept fue analizado en la ruta del Col de Turini del Rally de Montecarlo.
Se trata de un anticipo de lo que será el nuevo deportivo de serie que la marca presentará a fin de año, con la intención de empezar a venderlo en Europa en 2017 y, luego, en otros mercados del mundo. El vehículo será fabricado en la planta francesa de Dieppe.
De acuerdo a la descripción de la propia automotriz, el Alpine Vision anticipa el futuro de los deportivos en cuanto a estilo y prestaciones. Ofrecerá “una experiencia única tanto a los amantes de los vehículos hermosos como a los auténticos apasionados de la competición”. Así, la marca busca posicionarse en un lugar central entre los modelos de alta competición.
“He elegido Alpine como nombre para mi firma porque ese adjetivo representa para mí el placer de conducir por carreteras de montaña. Cuando más he disfrutado ha sido recorriendo los Alpes con 4X4 con caja de cinco velocidades, y quise que mis clientes también se divirtieran al volante del auto que deseaba construir. Alpine es un nombre que suena bien y es también un símbolo”, señaló Jean Rédélé, fundador de la marca.