El nuevo Mercedes SL cumple 25 años

La empresa desarrolló este vehículo para vencer los prejuicios que se tenían contra los cabrio. Comodidad y seguridad fueron las claves.

Redacción Parabrisas

Por Thomas Geiger (dpa)

Hace algunas décadas, los deportivos eran vistos como autos sin sentido y poco prácticos, provocadores y ostentosos, e incluso peligrosos. Las versiones cabrio, especialmente, tenían muy mala fama, ya que eran vistas como algo "irresponsable". A pesar de todo, Mercedes inició en 1989, hace 25 años, una ofensiva de seguridad para cambiar esas ideas con el nuevo modelo SL.Diseñado por el italiano Bruno Sacco, el 129 contó con asientos integrales y fue el primero en tener una capota que se enrrollaba de forma automática.Por un lado, este roadster se sigue diferenciando aún hoy de los deportivos radicales, pero por otro pensó en los pasajeros como ningún otro y amplió las posibilidades de supervivencia en caso de accidente.Pero el SL, cuyo diseño reflejó la estética chic del final de los años 80, no sólo fue el roadster más seguro de su época, sino que también rompió moldes por el lujo: la capota eléctrica -hoy estándar en los pequeños cabrios- era entonces un espectáculo en sí misma, ya que se recogía en menos de medio minuto.Sin embargo, las siglas SL se debían a las palabras en alemán "deportivo" y "ligero", por lo en ese caso, el 129 puede resultar una mayor decepción que cualquier otra generación de SL. Precisamente porque el R129 sólo era una Clase S abierta, el atractivo del roadster continúa hoy en día. La suspensión es blanda; los asientos, anchos en lugar de contorneados; y el volante está lejos de ser un instrumento de precisión, a diferencia de rivales de entonces como el Porsche 911, el Jaguar XJS o el BMW Z1.La potencia del SL R 129 puede ser definida apenas como suficiente. Fue el último vehículo de su estilo en Mercedes en tener un motor de cilindros en línea en lugar de en V y lograba una potencia de hasta 231 caballos. Respecto a otros roadsters, el maletero es grande y como apenas es posible sentarse en los asientos, es casi un biplaza. En aquella época era, sin embargo, un vehículo para el día a día, ya que ofrecía si se deseaba un techo duro.Pese a su alto precio en 1989 (unos 50.000 euros de la actualidad), tuvo tanto éxito que Mercedes apenas podía cumplir con la producción prometida de 20.000 unidades al año. Los clientes debían esperar más de un año para tener sus autos, pero 25 años después los valores se han hundido y se pueden encontrar modelos en buen estado y renovados por menos de 10.000 euros. Los precios podrían crecer en el futuro, según el club Mercedes-Benz R129 SL de Stuttgart. "Hace algunos años era posible encontrar un R129 bien conservado, pero ahora cada vez es más difícil", agregan desde el club. Sus fans ven en este roadster una calidad inacabable. Los motores son duraderos y no hay que preocuparse porque hay abundancia de piezas de repuesto, como si se tratara más de una Clase A o E que de un clásico.Aunque los precios aumenten, no es una rareza, ya que Mercedes produjo en total casi 205.000 unidades entre 1989 y el estreno del sucesor, el R 230, en 2001. La oferta actual está cifrada, según el club R 129, en 30.000 sólo en Alemania. Por lo tanto, 25 años después, el roadster no es algo exótico.

FUENTE: dpa

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