Un irresistible diseño, 225 CV, tracción integral y comportamiento de primer nivel lo convierten en uno de los más bellos y eficientes deportivos de los últimos tiempos.
Aunque en esto del periodismo existe la regla o recomendación de evitar las narraciones en primera persona, muchas veces resulta imposible transmitir desde una óptica fría e impersonal las sensaciones que un auto nos provoca.
Porque es cierto que habrá un puñado de usuarios que podrán adquirir un Audi TT, pero nosotros trabajamos también para todos aquellos que no tienen esa posibilidad y logran entablar su contacto más cercano con determinados vehículos a través de las páginas de nuestra revista y experimentar como propias, las sensaciones que en ella volcamos, esta vez como lector, al recorrer las líneas de la Impresión de Manejo que realizara al TT nuestro director sobre rutas alemanas.
Con esa nota en la memoria y luego de haber recorrido 2.500 kilómetros con la versión Quattro de 225 CV, comprendo por qué Ricardo Delgado me habló tantas veces de este auto con sincero entusiasmo. Uno puede verlo en páginas de revistas o en imágenes de TV pero, frente a frente, este Audi es cautivante.
Cualquier ángulo de la carrocería es atractivo, su deportividad sorprende tanto como su adaptación al uso doméstico, la precisión alemana se aprecia en cada movimiento y, si tomamos en cuenta que su construcción nace de una plataforma popular como es la de los Audi A3 y VW Golf / New Beetle, obtendremos una idea de lo que es capaz de lograr, como obras maestras, la avanzada tecnología de fin de siglo.
Diseño - Aerodinámica
Derivado de aquel prototipo presentado en Frankfurt 1995, este modelo definitivo sólo ha recibido algunas casi imperceptibles modificaciones. Sólo las pequeñas ventanillas traseras fueron agregadas y, con ellas, se logró acentuar aún más en la vista lateral y la curvada línea del techo que lo emparenta con el Beetle. Por eso será que muchísimas personas definieron al TT como un "escarabajo súper desarrollado".
Pero en realidad es mucho más que eso. Su diseño no es común, está presidido por las curvas y un particular estilo que lo distancia de sus competidores y de lo ya conocido. De frente combina poder, agresividad, modernidad y un aire retro que recuerda a los viejos deportivos Auto Unión. Visto de atrás, tiene un innegable parentesco con el A6 en el diseño de las ópticas. Es quizás desde este ángulo (o mejor, desde tres cuartos trasero) que irradia una poderosa imagen de solidez.
Podríamos citar algunos conceptos de los diseñadores responsables, pero para todo el mundo es un deportivo musculoso y bello a la vez, osado pero nostálgico. Tiene ese no sé qué provocador y magnético que hace concentrar la atención de cuanta persona se cruza en su camino. Y lo comprobamos en la ruta, en las estaciones de servicio y andando por la ciudad. Un Porsche o una Ferrari, por citar dos parámetros obligados, son llamativos, pero el TT sale de lo común.
Motor - Prestaciones
Este archiconocido 1.8 de cuatro cilindros es el mismo que impulsa a infinidad de modelos del grupo Volkswagen. Con cinco válvulas y turbo, desarrolla 150 CV en algunos, 180 CV en el TT "doméstico", 210 CV en el nuevo Audi S3 y 225 CV en este TT Quattro. Se ha logrado una potencia específica de 125 CV por litro de cilindrada gracias a la adopción de un turbocompresor que sopla a alta presión y dos intercoolers, entre otros componentes.
En procesos de aceleración empuja hasta pegar la espalda a la butaca pero en forma progresiva y con un acoplamiento del turbo imperceptible. Su torque máximo de 28.5 kgm es entregado y sostenido entre las 2.200 y las 5.500 rpm y los 225 CV son erogados a las 5.900 rpm. Por estas características, sumadas a la impecable caja de seis relaciones, es posible realizar una conducción muy rápida y deportiva con aceleraciones vigorosas desde los regímenes medios hasta las 6.000 vueltas, sin necesidad de llegar al corte (800 rpm más arriba).
Las prestaciones hablan por si solas: aceleró de 0 a 100 km/h en 6.77 segundos y cubrió los mil metros en menos de 27 segundos. En cuanto a la máxima, con la aguja del velocímetro haciendo tope en 260 km/h, la computadora arrojó la verídica cifra de 242 km/h en varias pasadas por nuestra pista especial en la que probamos autos de alta performance.
Aunque dudamos que el propietario de un TT circule a 220 km/h, los consumos a esa velocidad y en ciudad (en donde se muestra dócil como un modelo familiar) no distan mucho de los de un 1.8 doméstico. En conducción deportiva la cosa cambia por la acción del turbocompresor, pero de todas formas se sitúa por debajo de sus competidores. Cosa de cilindradas...
Confort - Espacio interior
Es lógico que un deportivo presente un andar algo incómodo en ciudad. De todas formas, en el TT este ¿defecto? es moderado y no llega a martirizar a los ocupantes como en otros modelos similares.
Con butacas de excelente diseño y sujeción, pedalera profunda y volante vertical regulable en altura y telescópicamente, la posición de manejo es óptima para lograr una postura deportiva, cómoda y descansada en viajes largos.
Sumergidos como en una cápsula muy bajita (sensación brindada por la cintura alta, el techo bajo y las reducidas superficies vidriadas laterales), conductor y acompañante podrán gozar de espacio de sobra hasta estirar las piernas. Los asientos de atrás sólo sirven para trasladar niños durante trayectos cortos, ya que el espacio para las piernas y la altura (limitada por la curvatura del techo y de la luneta) son mínimos. No caben dudas de que se trata de un deportivo para dos personas.
Sorprende por la buena capacidad del baúl, con piso plano, auxilio debajo de la alfombra y la posibilidad de ampliar el área de carga abatiendo los respaldos traseros.
Instrumental - Equipamiento
Si hay algo que predomina en el habitáculo es el aluminio; en las manijas de las puertas, en las salidas de aire circulares, en la tapa del autoestéreo, en las barras que soportan el tablero y lo conectan con el chasis, en la selectora, etc. Estos detalles, sumados al cuero de las butacas y el volante y al excelente plástico negro del tablero brindan una imagen deportiva, sobria hasta lo espartano y con una marcada tendencia retro.
El instrumental, con caracteres blancos (al contrario del resto de los modelos de la marca, todo en rojo) ofrece dos grandes cuadrantes para velocímetro y tacómetro y dos pequeños para temperatura de agua y nivel de combustible. La información se complementa por un gran display que nuclea ordenador de a bordo de múltiples funciones, indicador de temperatura exterior, indicador de función del auto estéreo y check panel. Además, tiene reloj digital con fecha. Muy completo.
Aunque sólo es criticable la falta de regulación eléctrica de la butaca (no muy necesaria), cuenta con un amplio equipamiento que incluye cuatro airbags, equipo de audio Bose con CD y casete, climatizador, ABS con EBV, levantavidrios eléctricos, faros de xenón y otros accesorios detallados en el recuadro específico. Por su relación precio - producto - equipamiento, no se le puede pedir mucho más.
Dirección - Suspensión
Con un volante de tres rayos perfectamente ubicados y un excelente grip, la dirección ofrece reacciones tan rápidas y precisas que a altas velocidades hay que manejar milimétricamente. Asimismo, presenta un reducido diámetro de giro que permite maniobrar sin problemas en los garajes más pequeños.
Las suspensiones son duras pero en la justa medida. Ambos trenes de rodaje, con una muy pareja distribución de pesos, demuestran una envidiable efectividad en curvas muy veloces con mínimas inclinaciones del chasis.
El TT va por donde el conductor quiere y hay que cometer terribles excesos para provocar un "fuori strada". El sistema de tracción integral brinda una estupenda tenida y, si en plena curva se modera el acelerador o se presiona el embrague, con un par de toques es posible lograr una leve sobrevirancia que mejorará aún más la trayectoria deseada. Elección acertada: neumáticos de perfil 45 sobre llantas de 17 pulgadas.
Transmisión - Caja
Una breve incursión por un camino de tierra (perfectamente liso, sino podrían dañarse componentes mecánicos) nos sirvió para palpar la actitud del sistema Quattro, de funcionamiento imperceptible sobre el asfalto.
Un embrague multiláminas dispuesto entre el eje cardán y el diferencial trasero es el responsable de brindar tracción a las ruedas traseras cuando hay pérdidas de adherencia. Un sistema seguro, sobre todo para manejar rápido en pavimento mojado.
Poco hay que decir de la caja de seis marchas que permite llevar siempre el motor al régimen deseado en el cambio justo. El tacto, los recorridos cortos y la precisión de la selectora son sencillamente brillantes.
Seguridad - Frenos
La deportividad no afectó en este caso a la seguridad. Los cuatro airbags, el sistema Quattro, frenos con ABS con distribuidor EBV de impresionante poder y el diferencial delantero con bloqueo electrónico constituyen una dotación de primer nivel. Con faros de gas de xenón para las bajas, las luces (con antiniebla delantero y trasero) nos hacen olvidar que estamos conduciendo de noche. Por su alcance y distribución, están a la altura de las prestaciones del auto, así como el sistema de limpiaparabrisas.
Uno de los puntos oscuros del TT es la visibilidad. La escasa superficie vidriada complica la visión, sobre todo hacia tres cuartos trasero por la bajada del parante. Hacia atrás es aceptable y la luneta no deforma la imagen.
Precio
Al cierre de esta nota, el precio del TT Quattro de 225 CV se confirmaba en u$s 64.000 (57.000 en la versión de 180 CV); esto significa un valor moderado que lo coloca en un plano seriamente competitivo que deriva en una excelente relación precio - producto - prestaciones de este muy válido auto - imagen.
Es un producto específico para conductores que quieran darse el gusto de tener un deportivo bello, veloz, seguro y eficiente. La gente de Audi espera un éxito rotundo dentro de las cantidades que se manejan en este segmento. Tienen un as en la manga y apuestan todo su capital. Claro, tienen con qué ganar.
Texto: Matías Antico
Fotos: Oscar Mosteirin
OTROS DATOS
Motor: 1.8 turbo con cuatro cilindros en línea y 225 CV
Transmisión: Manual de seis marchas
Velocidad máxima: 242,1 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 6,7 segundos
Distancia de frenado a 100 km/h: 26,5 metros
Consumo en ruta a 90 km/h: 15,3 km/l
Consumo en ciudad: 8,5 km/l
