Así probábamos al Toyota Hilux SW4

Recordamos el test realizado a la variante carrozada de la famosa pick-up japonesa, con motor 3.0 turbo. En esta ocasión, la prueba de manejo corresponde a la edición de Parabisas de abril de 1997. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

La nueva Hilux SW4 es el ariete de Toyota para atacar el mercado 4x4 local. Tiene estilo, brilla en agilidad y ofrece gran comodidad y espacio

Conjuntamente con la proliferación de los todo terreno en Argentina, ha ido creciendo la oferta y la demanda de los modelos turbodiesel. Entre ellos se ha formado un pequeño y reñido grupo en el que participan las marcas más importantes con diferentes apuestas. Derivada de la pick up y con algunos faltantes entre su equipamiento -carece de airbag y ABS- la Toyota Hilux (u$s 50.999) compite con los off road de raza como el Mitsubishi Montero (u$s 63.900), el Chrysler Grand Cherokee (u$s 48.753) y el Isuzu Trooper (u$s 60.037), entre otros.

Esta Hilux comienza a hacerse fuerte desde el punto de vista estético. Su estilo imponente se combina con los paragolpes cromados, los estribos y las grandes cubiertas con llantas de aleación para formar un conjunto atractivo.

Toyota Hilux SW4

De frente impone respeto por su trompa lanzada, los voluminosos faros cuadrados y un paragolpes muy bien integrado. En los laterales sobresalen dos nervaduras sobre los pasaruedas y los estribos le confieren una gran personalidad. Su despegue del piso es importante por el rodado de 16" los neumáticos de gran medida -265/70-, que aunque le sientan muy bien perjudican la parte aerodinámica y, por lo tanto, el consumo en rutas asfaltadas.

El ágil motor de tres litros y 125 CV se luce en viajes ruteros y por su elasticidad. En nuestra pista la reacción del motor logró registros notables a pesar del retardo del turbo. Tardó 15s8 para llegar de 40 a 100 km/h en cuarta velocidad y 20s9 de 60 a 120 km/h en quinta, valores que se asemejan más a los de un auto con motor turbodiesel -el Citroën Xantia obtuvo 20s7 y 26s7 respectivamente- que a un off road de 1.750 kg. Una clara muestra del aprovechamiento del excelente par motor: 30.1 kgm a 2.500 rpm. La aceleración de 0 a 100 km/h en 16s3 es más que respetable, al igual que la velocidad final de 162 km/h. En cuanto al consumo, logró 7.6 km/l de promedio, alcanzando con su tanque de 70 litros -un poco chico para nuestro gusto y en relación a sus competidores- una autonomía de 532 kilómetros.

Toyota Hilux SW4

La comodidad del interior empieza por una correcta posición de manejo, lograda con sencillez gracias a la simple regulación longitudinal y del respaldo de las butacas, y en altura de la columna de dirección. El panel es elemental y los comandos de aire acondicionado y el estéreo son de concepción antigua; por el contrario, ofrece agradables tapizados y paneles de puertas, estos últimos combinados en tela y plástico. Salvo por el comando de apertura del capot y del tanque de combustible que son bastante incómodas, el interior cumple en materia de funcionalidad y brinda gran confort y espacio para los ocupantes traseros. La tercera fila de asientos es exclusiva para dos chicos, ya que sólo se puede ingresar por el portón trasero y las dimensiones hacen imposible que cualquier adulto pueda viajar allí.

La luneta es eléctrica y se acciona a través de un comando en la consola central o desde el exterior, con la llave puesta en la apertura del portón. El tablero tiene cuatro relojes de aguja para el velocímetro, tacómetro, temperatura y nivel de combustible, acompañados de luces testigo que marcan la necesidad de recambio de la correa de distribución, filtro de combustible o problemas con el turbo.

Toyota Hilux SW4

A diferencia de la pick up, la SW4 está equipada con resortes y amortiguadores traseros en lugar de ballestas, lo que brinda un mejor confort de marcha, inclusive en el ripio donde resulta mucho más blanda. Sin embargo, el tamaño de las cubiertas hace que la suspensión copie la mayoría de las irregularidades del piso, siendo muy notorias en caminos de tierra o empedrados. Por otra parte, aunque el motor es ruidoso, tanto en punto muerto como a 100 km/h, el andar en ruta es agradable.

La gestión de la dirección asistida resulta excelente y el escalonamiento de las marchas es muy bueno, lo que favorece la elasticidad. La selectora es precisa, con recorridos marcados y algo duros. Mucho peor resultó el sistema de acople de la doble tracción, con una palanca en la consola central que no ofrece ninguna practicidad por su dureza y es confuso, aunque una luz testigo en el tablero indique cuando se conectó la tracción total.

La visibilidad es perfecta en cualquier sentido, inclusive hacia atrás por el espejo interno, dado que el auxilio no está en el portón trasero y no le quita espacio en la luneta como sí ocurre con otros vehículos similares. Los frenos -y la seguridad en general- son un punto en contra de esta Toyota. No cuenta con airbags ni ABS, el pedal vibra demasiado al exigirlo y no se obtiene una respuesta segura y eficaz. Para detenerse de 100 km/h a 0 necesitó 53.2 metros. Tiene cinturones de seguridad inerciales inclusive en la tercera fila de asientos y luces muy visibles y potentes. Con "pinta" y 125 CV esta Hilux es una alternativa más para aquellos que, dentro de los Todo Terreno, piensan en la economía de combustible sin descuidar una buena performance.

OTROS DATOS

Motor: 3.0 turbo con cuatro cilindros en línea y 125 CV

Transmisión: Manual de cinco marchas

Velocidad máxima: 162,4 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 16,3 segundos

Distancia de frenado a 120 km/h: 75,4 metros

Consumo en ruta a 100 km/h: 9,0 km/l

Consumo en ciudad: 6,3 km/l

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