Si bien solemos pensar que Brasil siempre estuvo por detrás de la Argentina en lo que a industria metalúrgica se refiere, FNM (Fábrica Nacional de Motores) fue fundada en 1942, unos diez años antes que IAME. Ambas fueron creadas para promover las respectivas industrias locales, y ofrecieron variadas ofertas de productos. En estas líneas te contamos la historia de esta marca brasileña, íntimamente ligada a vehículos italianos, que produjo unidades para Alfa Romeo.
El despertar industrial
La firma FNM (usualmente pronunciada “Fenemé”) era una empresa estatal que había sido creada durante la presidencia de Getúlio Vargas, en plena Segunda Guerra Mundial, para la fabricación de variados productos, como motores de aviación, bicicletas y hasta municiones. Terminado el conflicto bélico, su producción se diversificó; le llegó el turno a los camiones, y más tarde a los automóviles.
Como en todo comienzo, se necesitó de la experiencia ajena, por lo que en 1949 se firmó un convenio con la italiana Isotta Fraschini, que le permitió fabricar camiones bajo licencia. Lamentablemente, esta etapa fue muy corta, de sólo un par de años, ya que en 1951 la firma peninsular entró en quiebra y FNM tuvo que conseguir un nuevo socio.
El socio poderoso
En 1952, FNM pudo cerrar un interesante acuerdo con Alfa Romeo, que le permitiría fabricar su nutrida gama de vehículos comerciales en Brasil. Entre 1956 y 1960, FNM produjo alrededor de 15.000 camiones pesados Alfa Romeo, a los que se les sumaron chasis para ómnibus; hasta comienzo de los años 70, fue líder del mercado brasileño. Paralelamente, el grupo Matarazzo también se había asociado con Alfa Romeo, pero en este caso para la producción de automóviles bajo licencia. Entre ambos fue creada la marca Fabral (Fábrica Brasileira de Automóveis Alfa), cuya planta de producción fue erigida en Xérem, un vecindario de Duque de Caxias, en las cercanías de Río de Janeiro.
Su primer modelo, nacido en 1960, fue el FNM 2000, una copia de la berlina Alfa Romeo 2000 de la Serie 102. Se trataba del auto más lujoso que se fabricaba en el país vecino por aquel entonces. FNM vendía muy bien sus productos y quería extender su gama, por lo que para mediados de la década del 60 empezó a desarrollar un deportivo: el FNM Onca, diseñado por Genaro Malzoni.
Su diseño estaba muy emparentado con el del por entonces recientemente lanzado Ford Mustang, que era un éxito total de ventas en Estados Unidos. Naturalmente, era algo más pequeño; tanto su trompa –netamente de estilo Alfa– como su cola, eran distintas.
Mecánicamente utilizaba el mismo motor Alfa de dos litros con doble árbol de levas que entregaba 115 caballos (20 más que el sedán). Esto le permitía alcanzar los 175 km/h de velocidad máxima, convirtiéndolo en el auto brasileño más rápido de aquellos tiempos. Alfa Romeo exigió que el auto fuera enviado a Italia para su testeo, condición excluyente para permitir el uso de su escudo en la trompa. Las modificaciones solicitadas por los ingenieros italianos fueron demasiadas, por lo que se dio por concluido el proyecto. De los ocho ejemplares ensamblados como preserie, sólo cinco quedaron en pie.
Alfa Romeo tomas las riendas
En 1968, Alfa Romeo tomó el control total de Fenemé. El modelo 2000 siguió evolucionando, y para 1970 fue reemplazado por el FNM 2150 TiMB (Turismo Internacional Modelo Brasileiro), cuyo motor había crecido en cilindrada hasta los 2.132 cm3. El mismo montaba dos carburadores que le permitían entregar 125 caballos a las ruedas traseras por medio de una caja de cinco marchas. También su estética recibió mejoras, sobre todo en el frontal; se parecía al del Sunbeam Alpine. Su paragolpes delantero de dos piezas estaba interrumpido por la típica máscara Alfa.
En 1971, la idea del deportivo de dos puertas seguía en pie. Ottorino (Toni) Bianco había fundado su propia marca de automóviles, denominada Comionauto. Su principal creación era un auto de carreras muy atractivo basado en la plataforma y la mecánica del FNM 2150, denominado Furia GT, que compitió con bastante éxito en carreras locales. Esto hizo que los directivos de FNM convencieran a Toni Bianco de desarrollar una versión de calle de este deportivo, y fue así que nació el FNM Furia GT de 1972. Era un 2+2 que montaba la misma mecánica del FNM 2150. Su diseño era muy diferente al del modelo de competición; es más: tenía un parecido muy grande con el Lamborghini Jarama de 1970, aunque con una trompa más simple, menos lograda. De este exótico auto se fabricaron unas pocas unidades de manera artesanal.
La posta de Fiat
En 1973, FNM Vehículos Comerciales fue vendida a Fiat, por lo que los camiones que antes se basaban en los productos Alfa Romeo, pasaron a ser muy similares a los Fiat europeos. La división de automóviles mantuvo sus estrechos lazos con la marca de Arese; para 1974, el FNM 2150 volvió a evolucionar, presentando cambios muy profundos. En primer término, su nombre pasó a ser Rio 2300 (en alusión al lugar de fabricación y al cubicaje de su motor). Por otro lado, sus líneas fueron tomadas directamente de la Alfetta berlina de 1972, actualizándose enormemente; con ello, por primera vez los FNM sedán dejaron de ser modelos europeos producidos bajo licencia.
Este nuevo modelo era un desarrollo completamente propio. El Rio tuvo una sola silueta, y a lo largo de sus 14 años de vida se presentó tres series, en las que fue evolucionando estética y mecánicamente, como así también en lo referido al confort y el equipamiento. Sin embargo, los estándares sudamericanos no llegaron a conformar al comprador europeo; unos 600 ejemplares fueron exportados a los Países Bajos, y su pobre nivel de terminación hizo que sus ventas fueran desastrosas.
Al cabo de tres o cuatro años de almacenamiento, los concesionarios oficiales terminaron vendiendo la mayoría de esos autos a concesionarios de ocasión. En 1987, Fiat tomó control de Alfa Romeo y dio por terminado el acuerdo de colaboración. Ese año salieron de la planta de Minas Gerais (la producción se había mudado a ese estado en 1978), sólo 243 ejemplares de la versión Ti4.