El fenómeno Toyota 

En medio de una crisis económica profunda, signada por la gran devaluación de la moneda nacional, la automotriz japonesa muestra niveles de crecimiento sostenido y sin mermas. ¿Cómo hacen para ir contra la corriente?

Redacción Parabrisas

Si hace tan solo veinte años alguien hubiera pronosticado que Toyota sería la automotriz más fuerte del país, lo hubieran catalogado de loco, senil o, como mínimo, de fantasioso.

Pero, efectivamente, en octubre de 2018 Toyota Argentina no solo se muestra como uno de los industriales más sólidos del país, sino que también sigue creciendo en un marco que es completamente desfavorable para la economía local en general.

En una economía con una inflación galopante y una devaluación del peso que le quitó poder adquisitivo a la mayor parte de la población, la automotriz proveniente de la tierra del sol naciente parece no estar enterada.

De hecho, anunciaron recientemente que planean aumentar la capacidad productiva de su planta para el año que viene. Esto, acompañado de la noticia de que todos sus modelos vendidos a partir del primero de septiembre próximo pasado, disponen de una garantía de 5 años o 150 000 kilómetros, marca la diferencia con sus rivales.

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Toda esta información se destaca aún más, si observamos que otras terminales nacionales se encuentran quitando turnos, suspendiendo empleados, realizando reducción de personal y eliminando modelos de su línea de producción. 

La pregunta que surge de forma casi indefectible es: ¿cuál es el secreto que se oculta tras las puertas de la planta de Zárate? 

Lo primero que se tiene que tener en cuenta para responder a esta pregunta es la reconocida fidelidad que muestran los clientes de Toyota. Este fenómeno no sucede de forma exclusiva en nuestro país, sino que es global. La capacidad que tiene la marca para retener a sus clientes es una parte fundamental del éxito que muestra en la actualidad.

Lo logra por dos factores que se apoyan mutuamente. Uno es la confiabilidad de los productos que comercializa, y otro es el excelente servicio de posventa que ofrece.

Decimos que estos dos factores se apoyan mutuamente ya que, para lograr esa confiabilidad, se necesita de un servicio de posventa de excelente respuesta, combinación que ahora se refuerza con el incremento en los plazos de garantía que de tres años o cien mil kilómetros pasó desde el 1 de septiembre de este año a cinco años o 150 000 kilómetros.

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A este combo debemos agregar factores locales específicos de nuestro país, que favorecen las ventas de la marca. La inestabilidad, tanto política como económica que se manifiesta en nuestros pagos y las recesiones, que aparecen cada vez con más frecuencia hacen que los ciudadanos busquen inversiones seguras. 

Y eso es básicamente lo que ofrece Toyota: vehículos que no presentan diseños espectaculares, ni interiores soberbios, ni mecánicas súper prestacionales, pero que se muestran muy confiables y con un excelente valor de reventa. 

Además, en el campo argentino, la camioneta producida en Zárate creó una imagen de solidez y durabilidad solo equiparable a la que tenía Ford hace ya muchos años con la F100. Esta afirmación, aunque suene fuerte para los más tradicionalistas, se sustenta con cifras de ventas que son realmente destacadas.

La Hilux fue el vehículo (de todo tipo) más vendido en el mes de septiembre de este año. 

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Tanto en 2016 como en 2017 fue la pick-up más vendida de nuestro país y en el último año nombrado sacó una diferencia de diez mil unidades sobre su rival más cercano. Hilux y SW4 (que también se fabrica en Zárate) se exportan a casi todos los países de América del Sur y el Caribe con excelente receptividad.

De hecho, las exportaciones de los vehículos de Toyota en el año que pasó, representaron el 41 por ciento del total del rubro automotor. Esto es mucho, sobre todo si tenemos en cuenta que en nuestro país hay doce terminales productivas.

Habiendo producido más de 125 000 unidades en 2017 y superando las expectativas previstas, planean aumentar su producción hasta las 143.000 unidades en 2018, incrementando de esta forma también la cantidad de operarios en la planta y por consiguiente el empleo.

En lo que respecta al contexto internacional, según el informe Best Global Brands 2018, publicado por la reconocida consultora mundial Interbrand, Toyota se coloca como la séptima empresa más valiosa del mundo. Siendo de esta manera la automotriz mejor posicionada, escoltada por Mercedes Benz.

Por supuesto, esta posición de la marca japonesa no es fruto de un pase de magia sino que surge de una filosofía de trabajo que se materializa en resultados concretos. Pero eso es materia para un nuevo estudio que prometemos publicar pronto.