El Porsche 904 Carrera GTS Coupé de 1964 fue uno de los automóviles de carreras más hermoso de todos los tiempos y el primer modelo de la marca de Stuttgart-Zuffenhausen en ser construido con carrocería de plástico reforzado, pegada al chasis de acero con adhesivos especiales. Este material plástico especial fue provisto por la compañía aeronáutica Heinkel. El bólido, diseñado por Ferdinand Alexander Porsche, apodado “Butzi”, quién falleció el pasado 5 de abril en Salzburgo, presentaba una reducida área frontal y cien unidades fueron construidas para competir en la Clase GT. El 904 Carrera GTS era propulsado por un motor bóxer enfriado por aire, de cuatro cilindros y 2,0 litros de cilindrada, que entregaba 180 HP a 7.800 rpm. Con este propulsor la máquina alcanzaba una velocidad máxima de 263 km/h. Este automóvil consiguió la victoria en la célebre carrera de la Targa Florio el 26 de abril de 1964 y a partir de entonces triunfó en Le Mans, Nürburgring, Reims y el Tour de France, entre muchos otros circuitos. Era la máquina preferida de Butzi, quien había nacido el 11 de diciembre de 1935 en Stuttgart, Alemania.
Butzi era hijo de Ferry Porsche y nieto del fundador de la empresa, Ferdinand Porsche, el creador del Volkswagen "Escaarabajo". Desde pequeño se interesó mucho por las actividades de su padre y abuelo en el diseño y fabricación de automóviles. Cuando contaba con solo 13 años de edad, en 1948, vio nacer el primer automóvil con la marca Porsche, el tipo 356, en el pequeño establecimiento que su abuelo tenía en la localidad austríaca de Gmünd. Porsche había sido transferido allí porque la fábrica de Stuttgart sufría constantes bombardeos de los aliados, y el mando militar alemán buscó un lugar para continuar con la producción de material bélico. Alemania estaba perdiendo la guerra.
El fundador de la empresa, el doctor ingeniero honoris causa Ferdinand Porsche falleció el 30 de enero de 1951, dejando un legado profesional enorme a sus familiares y colaboradores. Un año antes la empresa Porsche había regresado nuevamente a Stuttgart-Zuffenhausen.
En 1952, los ingenieros de la familia Porsche diseñaron la caja de velocidades totalmente sincronizada tipo 519 en el marco del Salón de Ginebra. Considerada como una de las cajas de velocidades más avanzadas y eficientes del mundo, hasta finales de 1958 se fabricaron en todo el mundo con licencias Porsche más de un millón.
Después de asistir a la Waldorf School en su ciudad natal, Butzi estudió diseño industrial en la Universidad de Ulm. En 1957 comenzó con sus trabajos prácticos en el departamento de diseño de modelos sport de la familia bajo las órdenes del director Edwin Komenda, otro de los genios de la historia del automóvil.
Junto con su padre Ferry y un grupo de experimentados ingenieros, Butzi también contribuyó a diseñar el célebre Porsche 911, que sigue fabricándose hasta la fecha y que fue contemplado por el gran público por primera vez en el Salón de Frankfurt de 1963. En ese momento fue designado como modelo 901. En octubre del año siguiente se presenta el modelo definitivo en el Salón de París. Debido a que el fabricante francés Peugeot se había reservado los derechos de denominar modelos de automóviles con cifras de tres dígitos con un cero en el medio, la marca de Stuttgart se vio obligada a cambiar el nombre de su gama de modelos. Así pues, nace la emblemática denominación “911”. En ese momento, ya se habían fabricado 82 vehículos con el nombre de 901. A finales de qué año se fabrican cada día cinco deportivos Porsche 911.
Butzi Porsche formó con el correr de los años su propia empresa de diseño industrial, Porsche Design, primero en Stuttgart y después en Zell am See, en Austria. Su primer diseño fue un cronómetro de alta precisión de muñeca para la compañia relojera suiza Orfina. Butzi diseñó una gran cantidad de productos, desde componentes para automóviles hasta trenes, motocicletas, bicicletas y embarcaciones, además de armazones de anteojos de titanio y muchos otros elementos que tuvieron mucho éxito de ventas.
Butzi fue un notable profesional que supo absorber las enseñanzas de su padre y de su abuelo, además de otros insignes ingenieros, por lo que su genio siempre estuvo presente en todos los automóviles Porsche.