Hombres de auto: Ferdinand Karl Piëch

Nieto del célebre Ferdinand Porsche, este brillante y polémico ingeniero es aún hoy uno de los hombres más importantes de Volkwagen. Conocé su historia.

Redacción Parabrisas

Por Pablo Jorge Gualtieri

Incorporado este año su nombre al Automotive Hall of Fame de Detroit, en los Estados Unidos, Ferdinand Piëch es un brillante y polémico ingeniero austríaco, que nació en Viena el 17 de abril de 1937. Es nieto por parte de madre del célebre Ferdinand Porsche.

Comenzó a trabajar en Porsche, en su casa central de Stuttgart-Zuffenhausen, en 1963, cuando su tío Ferry Porsche presentó el mítico 911. Sus primeras experiencias en la firma se concretaron en el departamento de ensayos de plantas motrices.

Desde 1968 ocupó el cargo de jefe del centro de investigación y desarrollo y en 1972 fundó su propia empresa de proyectos, comenzando con el motor Diesel de cinco cilindros en línea OM 617 por encargo de Mercedes-Benz.

En esos mismos años, Piëch ingresó en la firma Audi NSU, filial de Volkswagen, trabajando en Ingolstadt como jefe del departamento de ingeniería para luego ocupar un cargo importante en la junta directiva. Debido a su trabajo, Audi NSU presentó, en 1976, el primer modelo con motor de cinco cilindros en línea a nafta, el Audi 100 5E. En 1977 comenzó con el desarrollo de un auto de tracción permanente a las cuatro ruedas para el Campeonato Mundial de Rallies, del que terminaría apareciendo el famoso Audi Quattro.

En enero de 1988, Piëch ya era director ejecutivo de la empresa, que en 1985 había cambiado su nombre a Audi AG. Bajo su dirección, esta firma se labró una nueva imagen de marca. Algunos de los desarrollos de ingeniería elaborados por este ingeniero fueron el empleo de carrocerías de aluminio Audi Space Frame, la tracción integral Quattro y el motor Diesel a inyección directa TDI (1989).

Gracias a sus iniciativas y dotes de gran empresario, además de notable ingeniero, en 1983 se consagró como presidente del Consejo de Administración del Consorcio Volkswagen (VAG). Como la empresa no estaba pasando un buen momento económico, contrató al ingeniero español José Ignacio López de Arriortúa, hasta ese momento vicepresidente de compras de General Motors, y a siete de sus colaboradores. Los primeros años al mando de VW fueron muy difíciles para Piëch: GM presentó una demanda por revelación de información confidencial y espionaje industrial con López y sus hombres, y, a su vez, Piëch se vio envuelto en otra demanda de GM sustentada legalmente en una ley federal norteamericana conocida como RICO-Acts, originalmente promulgada para luchar contra el crimen organizado. Los dos procesos judiciales con GM se cerrarían en 1996 con un acuerdo alcanzado gracias a las intermediaciones de Helmut Kohl (entonces canciller de Alemania) y Bill Clinton, presidente de los Estados Unidos, según el cual VW indemnizaba a GM (100 millones de dólares más otros 1.000 millones en piezas compradas a GM) y despedía a López.

En la actualidad Piëch, a pesar de que está jubilado, sigue teniendo gran influencia en las decisiones estratégicas de VW y está a cargo de las fábricas de camiones MAN y Scania. Entre los nuevos autos donde pasó la mano del diseño Piëch podemos mencionar al VW New Beetle, Lamborgini Gallardo, Bugatti Veyron, Audi R8 y el VW XL-1, que consume tres litros de combustible cada 100 kilómetros.

Piëch tiene nada menos que doce hijos con cuatro mujeres y en la actualidad está casado con Ursula Piëch, educadora infantil. Este hombre es disléxico, ateo y poseedor de una amplia colección de automóviles deportivos, entre los que se destacan dos Bugatti Veyron.

Nota aparecida en Revista Parabrisas, N°429, julio de 2014. Para suscribirse, haga click aquí.

14 de julio de 2014