Bajó el caudal de vehículos, pero las imprudencias continúan

Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio se registraron menos siniestros, pero esto se debió al menor tránsito y no a cambios en el comportamiento de los conductores.

Redacción Parabrisas

En el marco del Día de la Seguridad Vial, que se conmemora este miércoles 10 de junio, el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) Argentina aborda la problemática relacionada con las conductas al volante durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Si bien la disminución del tránsito en las principales calles, avenidas y autopistas de las ciudades de todo el territorio nacional trajo como consecuencia menos siniestralidad, lesiones y muertes por choques, la mencionada entidad advirtió que el comportamiento en la vía pública no varió y se registraron imprudencias como antes de la cuarentena. Incluso, la situación fue empeorando a medida que se fueron liberando diferentes actividades.

Estas observaciones concuerdan con información recabada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Los resultados de fiscalizaciones de velocidad realizadas en conjunto en Acceso Oeste y Acceso Norte, en el período comprendido entre el lunes 11 y el domingo 17 de mayo, arrojaron cifras que alarmaron a las autoridades: se detectaron 1.450 excesos de velocidad, un promedio de 207 casos diarios. La velocidad máxima registrada fue de 166 km/h, cuando el límite es de 100 km/h en Acceso Oeste y de 130 km/h en Acceso Norte.

La velocidad adoptada por muchos conductores es un claro indicador de que se están aprovechando de las calles con menor tránsito, y que las dificultades que experimentábamos antes de la cuarentena en la actualidad se estarían agravando”, manifestaron desde CESVI, que además destacó los siguientes puntos:

-La velocidad es uno de los principales factores de riesgo, tanto en la ocurrencia de colisiones como en sus consecuencias, y por eso es imprescindible que los conductores respeten los límites establecidos. Una velocidad segura protege no solo al conductor y a los pasajeros que le acompañan, sino también al resto de personas con las que se comparte la ruta.

-Según la Organización Mundial de la Salud, un aumento de la velocidad promedio guarda relación directa con la probabilidad de que ocurra un siniestro de tránsito y con la gravedad de sus consecuencias.

-Un incremento de un 1 por ciento de la velocidad media del vehículo da lugar a un aumento del 4 por ciento en la incidencia de siniestros mortales y de un 3 por ciento en la de choques con traumatismos.

-El riesgo de muerte de un peatón golpeado por la parte frontal de un automóvil aumenta enormemente con la velocidad (se multiplica por 4,5 de 50 km/h a 65 km/h).

-En el caso de un impacto lateral entre automóviles que circulan a 65 km/h, el riesgo mortal para los pasajeros es del 85 por ciento.

CESVI también remarcó que, durante la pandemia, la mayor cantidad de colisiones graves en la Argentina tuvo lugar en rutas nacionales y provinciales con muy poco control y en las autopistas de acceso a la ciudad de Buenos Aires. El tránsito en las calles de las ciudades presentó la menor cantidad de impactos, incluso de atropellos que antes de la cuarentena ocupaban casi el 50 por ciento de las estadísticas.

Los hechos más frecuente durante el aislamiento social fueron la salida de vía y el choque frontal que, más allá del poco tránsito, sigue teniendo protagonismo. Este tipo de incidente se encuentra frecuentemente asociado a distracciones y excesos de velocidad, dos factores de riesgo cuya aparición es favorecida por las bajas intensidades de circulación que presentan actualmente muchas rutas.

Quienes deseen profundizar sobre los riesgos y consecuencias de la velocidad en los siniestros de tránsito, compartir experiencias y proponer recomendaciones preventivas, se brindará una charla abierta en vivo el próximo viernes 12 de junio, a las 11:30, por el canal de YouTube de CESVI Argentina.