Para girar en un circuito intentando bajar tiempos de vueltas todos los equipos deportivos utilizan sistemas de adquisición de datos. Se trata de un dispositivo electrónico que, a través de sensores, recaba información de los diferentes parámetros de funcionamiento del vehículo y los transmite hasta un receptor que los agrupa y administra para que los ingenieros puedan utilizar esa información y mejorar la respuesta del vehículo y, por qué no, del piloto.
Este tipo de dispositivo se utiliza desde hace unas tres décadas, inclusive en categorías nacionales, aunque con el tiempo fueron prohibidos en pruebas oficiales.
Una computadora ubicada en el interior del auto se encarga de guardar la información de todo lo que el piloto hace, desde la presión que ejerce sobre los frenos, el lugar donde decide dejar de acelerar en un frenado, la forma de administrar la potencia en una curva y datos extras del vehículo. Así, se obtiene información precisa de la utilización y funcionamiento del móvil, y principalmente se pueden comparar los resultados con los de otros pilotos.
Toda esa información, fundamental para los ingenieros que se encargan de poner a punto un auto de carrera, ahora está puesta a disposición del público en general, o mejor dicho, de aquellos que puedan manejar un Renault Fluence GT2. El sedán deportivo del rombo fue lanzado recientemente (podés leer el test a fondo en la edición número 443 de Parabrisas, correspondiente al mes de septiembre de 2015), y tiene un motor 2.0 turbo elaborado por Renault Sport que rinde 190 CV. Pero una de las novedades que más lo relacionan con el espíritu de competición es el RS Monitor, un real y completo sistema de adquisición de datos en un auto de calle.
Es visible a través de la pantalla central multimedia, y entrega información en tiempo real de la parte mecánica como torque, potencia, presión del turbo, temperatura de aceite, temperatura de aire de admisión y presión del acelerador. Además, se puede optar por hacer visibles la curva de potencia y par en forma gráfica.
También ofrece un osciloscopio (que representa el ángulo de giro de la dirección); obtiene los tiempos de aceleración con partida detenida hasta diferentes rangos de velocidad; la presión que ejercida en el pedal de freno (expresada en porcentaje); medidor de fuerza G (fuerza lateral que se produce al doblar a velocidades elevadas) y hasta un cronómetro, que mediante la utilización del GPS almacena los sitios por los que se transitó y, además, permite tomar tiempos de vuelta en la pista.
Muchos de estos datos son recolectados mediante los mismos sensores que le brindan información a la computadora del motor. Esta característica pueden generarla todos los autos con inyección electrónica, ya que a medida que la tecnología avanza producen más información para que sea administrada por la ECU (la computadora que llevan los autos en su interior). La gran diferencia es que en el resto de los vehículos, para poder observar ciertos parámetros suministrados por los sensores, es necesario conectar una computadora a la toma de diagnóstico, algo a lo que sólo tienen acceso los técnicos de cada marca en talleres, o cuando presentan una falla y necesitan ser reparados. En el caso del Fluence GT2 gran parte de la información recolectada por los sensores es entregada en forma permanente al usuario mediante el RS Monitor.
Todos los datos concernientes al funcionamiento del auto pueden ser guardados en un pendrive, para más tarde descargarlos en una computadora hogareña y así ver los resultados y compararlos con los de otros conductores.
Sin dudas, una tecnología innovadora para un auto de calle, aunque sólo será verdaderamente útil bajo un uso extremo, algo a que no todos los compradores de un Fluence GT2 estarán dispuestos a realizar. Lo cierto es que con esta tecnología se cumple al pie de la letra aquella premisa que afirma: "En la pista se desarrollan elementos para luego ser implementados en los autos de calle".
EL RS Monitor también ofrece un costado “cosmético”. Cuenta con un sistema denominado R-Sound, que genera de manera virtual el sonido del motor y lo propaga en el habitáculo a través de los parlantes del equipo de audio: el conductor puede elegir el sonido del escape que quiere escuchar entre varios legendarios modelos de Renault, tales como, por ejemplo, el Clio V6 u otros productos firmados por la división RS.