Las pick ups son un verdadero éxito en ventas en el mercado argentino. Las tres de producción nacional: Ford Ranger, Toyota Hilux y Volkswagen Amarok, junto con la Chevrolet S10, que proviene de Brasil, son la imagen del campo, sitio donde realmente se aprovecha para lo que fueron construidas. Pero también se usan en todo tipo de actividades, tanto laborales como así también ligadas al ocio. Las tareas más simples y suaves no requieren de doble tracción para complacer a quien la conduzca. Pero si el uso solicitado es intensivo, sobre caminos de tierra, barro, nieve o anegados, la doble tracción será un aliado indispensable.
El sistema de doble tracción es similar en casi todas las camionetas del mercado nacional. Es del tipo convencional, con tracción trasera permanente y la “doble” se acopla eléctrica o manualmente. Para que actúen las ruedas delanteras, una caja de transferencia ubicada en la salida de la caja de velocidades genera el movimiento en un eje encargado de accionar al diferencial delantero. El acople mecánico lo tiene solamente la Toyota Hilux, y se realiza mediante una palanca situada al lado del selector de marchas. En el resto es eléctrico, a través de una perilla. Más moderno, pero no tan confiable.
Todas las mencionadas tienen baja, o sea, que además de la doble tracción, se puede conectar una desmultiplicación para aumentar considerablemente la fuerza. La única que no dispone de una tecnología de este tipo es la Volkswagen Amarok con caja automática. En este caso la tracción es 4x4 permanente, y la caja de ocho marchas intenta cumplir con el objetivo de entregar la mayor cantidad de fuerza posible en las relaciones más bajas.
En la Toyota Hilux, líder del segmento y uno de los vehículos más vendidos del país, el mix de ventas es parejo entre ambos tipos de tracción y en versiones equivalentes hay entre $55 mil y $74 mil de diferencia. El mayor porcentaje, sin embargo, se da en las versiones de precio más bajo, algo lógico teniendo en cuenta que los elementos que incorpora por ser doble tracción son similares para todas, y en valores más altos el porcentaje de incremento disminuye. En la cabina simple, la diferencia de $63 mil equivale a un 21% de incremento. En el resto varía de 14 a 18 por ciento.
La Volkswagen Amarok tiene un presente similar. La más económica Startline cabina simple 4x2 cuesta $294 mil, y la misma opción pero 4x4 se vende por $369 mil, incremento de más del 25%. En las opciones doble cabina, con mayor equipamiento y motor de 180 CV, esa diferencia significa un 15% promedio.
Ford tiene una política un tanto más equitativa. En la Ranger cabina simple 2.2 Diesel, la diferencia de $48 mil representa un 16% del valor, porcentaje similar a las de gama media. La más equipada que se ofrece con tracción 4x2 es la XLT, que cuesta $436 mil, y en opción doble tracción lo hace a $480 mil. En ese caso, el incremento es de solo un 10%, el más bajo en todo el segmento.
Por último, la Chevrolet S10 aparece con diferencias habituales, que oscilan desde un 18 a un 15% promedio. En general, por la doble tracción se paga, a precios actuales, desde $45 mil hasta $80 mil en todas las gamas. La utilidad que cada usuario le pueda dar significará si es o no una buena inversión.