Los limpiaparabrisas deben soportar lluvias, sol, calor, heladas o suciedad. Circular con las escobillas en mal estado puede reducir fuertemente la visibilidad, por lo que es aconsejable cambiarlos a tiempo.
Las escobillas de caucho sufren un fuerte desgaste a lo largo de un año, y poco a poco comienzan a realizar un barrido que no es uniforme o empiezan a hacer un ruido chirriante. Esto se debe a que el material normalmente está compuesto por una mezcla de caucho natural y sintético que se endurece con el tiempo, sobre todo a causa de los rayos solares.
También la suciedad en el parabrisas causada por los insectos deteriora las escobillas.
Por cuestiones de seguridad, se recomienda cambiar los limpiaparabrisas una vez al año, preferiblemente antes de comenzar el otoño o la primavera, y hacer una revisón de las escobillas cada seis meses.
A veces alcanza una simple limpieza con un trapo húmedo y algún producto suave que no dañe el caucho.
FUENTE: dpa
