Los híbridos, no tan ahorrativos

Las automotrices usan trucos para maquillar los valores de autonomía y uso de energía. Cómo lo hacen y por qué se les dificultará.

Redacción Parabrisas

El consumo de combustible es uno de los factores más importantes últimamente a la hora de comprar un coche. Por ello, los vehículos híbridos (aquellos que combinan un motor eléctrico y otro de combustión) resultan muy interesantes. Pero no siempre hay que fiarse de los valores de consumo que dan los fabricantes.

Un estudio en Alemania demostró que, por ejmplo, el BMW ActiveHybrid 3 Sport Line Automatic consume siete litros de gasolina por cada 100 kilómetros, un 19 por ciento más que lo que decía la propia firma. En el caso del Audi A6 2.0 TFSI Hybrid Tiptronic era de 6,9 litros, un 11 por ciento más de lo esperado.

Pero no sólo los híbridos sino todos los tipos de vehículos registraban alteraciones de este tipo: consumían más de lo que decían los fabricantes. La variación alcanza el 30 por ciento. Según el estudio, sólo uno de los ocho modelos analizados consumía lo que realmente se publicitaba.

Lo mismo sucede con los coches eléctricos: un modelo sueco no necesitaba 14,7 kilowatios por hora para recorrer 100 kilómetros, sino 28,3, casi el doble.

El consumo normal que se publicita surge de una prueba en unos rodillos donde se simula la resistencia al rodamiento. La temperatura está entre los 20 y 30 grados centígrados y también se determina la presión y la humedad. El test dura unos 20 minutos, tiempo durante el cual el vehículo rueda a una velocidad de 120 km/h.

Un ordenador simula ser el conductor en el viaje de unos 11 kilómetros y controla hasta los cambios de marcha. El consumo se calcula en función de las emisiones de gases.

Para superar la prueba lo mejor posible, los fabricantes usan neumáticos con mucha presión y aceites de escaso nivel de fricción. Además, las baterías se cargan previamente al máximo para limitar el consumo.

Para reducir aún más la resistencia del motor, algunos fabricantes hasta desconectan la dínamo y se prescinde de sistemas como el aire acondicionado y otros para reducir el peso. Estas condiciones están pues lejos de ser las normales y conducen a valores irreales.

Además, en el caso de los vehículos híbridos, que pueden circular con el motor eléctrico hasta que se acaba la batería, nunca se dan valores aproximados, ya que cuando no está activado el motor de combustión no se reporta consumo. Las firmas cargan al máximo las baterías antes de los tests.

Las automotrices también usan trucos para maquillar los valores de autonomía y uso de energía en el caso de los vehículos eléctricos. Además, los tests se realizan en condiciones de temperatura de 22 grados que son óptimas para las baterías. En invierno, hay que contar con una autonomía de hasta un 30 por ciento menos que la prometida por los fabricantes.

Los datos, aunque puedan resultar algo irreales, al menos sirven para comparar el consumo entre vehículos.

Pronto se acabará con este tipo de trucos que permite el actual reglamento. En 2014 se espera en Europa un test más próximo a la realidad y a partir de 2017, todos los nuevos modelos en el mercado deberán superar el "Worldwide Harmonized Light Duty Test Procedure" (WLTP) propuesto por la comisión económica para Europa de las Naciones Unidas y que incluye reglas también para motores alternativos.

Con el WLTP se armonizarán los procedimientos y los resultados serán más próximos a los reales.

Fuente: DPA.