Si bien la pick-up Ford Ranger que se produce en la planta de General Pacheco es un vehículo global, eso no significa que sea comercializado en todos los mercados, incluso en uno de los más importantes para la marca, como el de los Estados Unidos. Pero eso es solo por ahora, ya que según Automotive News, la Ranger y su variante SUV serían producidas en ese país a partir de 2018.
Allí las pick-ups grandes son líderes de ventas, con la serie F de Ford ubicada como referente indiscutido desde hace más de veinte años. Sin embargo, las más pequeñas como la Ranger no logran tanta penetración en el mercado, aunque muchas marcas confían en que a futuro ganen terreno. Chevrolet recientemente introdujo la Colorado (que aquí se conoce como S10), mientras que la Nissan NP300 también llegará en un futuro. La Ford Ranger se dejó de producir en los Estados Unidos en el año 2011, cuando la antigua plataforma de principios de los noventa llegó a su fin. Desde ese entonces no tuvo reemplazante.
El modelo que volvería en 2018 será el mismo que actualmente se produce en la Argentina, y que hacia fin de año tendrá un rediseño exterior. Los planes de la marca del óvalo serían, además, producir la variante SUV, conocida originalmente como Everest. Pero en los Estados Unidos el nombre elegido sería el de Bronco, utilizado desde 1966 por la primera generación del utilitario deportivo de dos puertas, y que más tarde adoptaría reiterados cambios estéticos similares a los de la F-150 hasta 1996, cuando fue discontinuada.
Ford ya tiene una nutrida gama de crossovers y SUV de diferentes tamaños en su país de origen: Edge, Escape, Expedition, Flex y hasta la Explorer. La última tiene buenas cifras de ventas y adoptó un chasis autoportante en su actual generación, en reemplazo del de largueros. La futura Bronco “rivalizaría” en tamaño con la Explorer, aunque con capacidades off road superiores y más aptitudes para el trabajo duro gracias al chasis de una pick-up.
La Bronco original quizá se recuerde como una 4x4 característica del mercado argentino de los ochenta. Llegaba importada con silueta de dos tonos, lujoso interior, motor V8 y una generosa altura del piso que la diferenciaban del resto de los vehículos. La Everest en un momento insinuó con ser producida en la planta bonaerense de Pacheco, pero con el impuesto al lujo las posibilidades se esfumaron. Con la reciente modificación y el beneficio que se les da a los autos nacionales, ¿podremos llegar a soñar con una Everest/Bronco nacional?
