Los autos eléctricos no son una novedad. Fueron los encargados de innovar en algunos vehículos de cuatro ruedas hace muchísimos años, incluso antes de que se conozca el motor a combustión. En los últimos años poco a poco fueron retomando cierta cuota de importancia en algunos mercados que valoran el cuidado ambiental, pero manteniendo una porción del mercado muy pequeña. Para sumar adeptos y llamar la atención del futuro eléctrico, ahora también corren carreras.
La denominada Fórmula E es la encargada de darle vida a un espectáculo diferente en el mundo automovilístico, en el que el único ruido es un leve zumbido de lo los motores junto al chirrido de neumáticos. Diferente, extraño y poco tolerable para muchos. Para otros, en cambio, es lo que el futuro deparará en materia automovilística. Pero mejor, aquí presentamos una breve reseña sobre los autos que este fin de semana competiran en el circuito callejero de Puerto Madero.
La Fórmula E es un campeonato mundial, que fue creado bajo la supervisación de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) que disputa la segunda temporada de la historia. En la primera se usaron chasis idénticos para todos los equipos, pero para este año cada equipo puede formular la mayor parte del monocasco, siempre siguiendo las obligaciones reglamentarias.
La de Buenos Aires es la cuarta fecha del campeonato que comenzó el pasado 24 de octubre en Beijing, China. En la grilla de largada habrá 18 autos, de nueve equipos diferentes. Entre los más importantes se encuentran los patrocinados por algunas marcas de automóviles, como el DS Virgin Racing, Renault e.Dams, Abt Schaeffler Audi Sport, y Mahindra Racing, junto a otros como Andretti Racing o Team Aguri. Cada estructura tiene dos vehículos en competencia y pilotos, que en algunos casos, hasta llegaron a competir en la Fórmula 1.
Los bólidos tienen una potencia máxima estimada de 270 caballos de fuerza, que se reducen a 230 en el modo de ahorro de energía, el que se utiliza para la carrera propiamente dicha, que se denomina ePrix. El peso de cada monoplaza es de 888 kilos, contando al conductor y teniendo en cuenta que sólo de baterías hay 320 kilogramos. El equipo de potencia lo provee McLaren y la caja de velocidades es secuencial, de cinco marchas.
Estas prestaciones, que no son impresionantes, les permiten obtener una velocidad máxima de 225 km/h. Sin embargo, hay una clave para hacer creer que los autos son más rápidos: la elección de los circuitos. Como se sabe, los motores eléctricos pueden entregar gran cantidad de fuerza en breves lapsos de tiempo, por eso se utilizan circuitos callejeros especialmente diseñados, con frenajes importantes, grandes aceleraciones y rectas con distancias reducidas.
La elección de los neumáticos con dibujo para todas las competencias es otro de los temas interesantes. Con neumáticos lisos, la gran adherencia de los mismos haría que se consuma más rápido la carga de la batería. Además al tener mejor agarre los vehículos serían más fáciles de controlar. Con neumáticos menos adherentes, hay más espectáculo y menor consumo de energía, por ende más tiempo de uso.
Cada ePrix dura aproximadamente 50 minutos, y cada piloto debe hacer una parada en boxes obligatoria para cambiar de vehículo, ya que la autonomía no soporta más de 30 minutos a plena potencia. Sin embargo, lo más interesante de la prueba lo da el FanBoost: se trata de un plus de potencia en cortos plazos para aquellos tres pilotos que sean los más votados por el público. Hay tiempo para votar desde 12 días previos a la carrera, hasta 6 minutos después de iniciada la competencia. Para hacerlo se debe ingresar a: www.fiaformulae.com/fanboost.
Este domingo 7 de febrero, las baterías se cargarán a tope para nuevamente recorrer las calles de Puerto Madero, como ya lo hizo en 2015. Sin dudas, el futuro está más cerca.
