Hace algunos días, Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, lanzó una fuerte ¿amenaza? en Twitter contra Toyota, una de las mayores automotrices del mundo.
"Toyota Motor dice que construirá una nueva planta en Baja (California), México, para producir automóviles Corolla para EEUU. ¡De ninguna manera! Construya la planta en EEUU o pague un gran arancel aduanero", publicó el magnate en la red de microblogging.
Enterados de este tuit, desde Japón los directivos de Toyota le respondieron y aclararon un poco la situación.
En primera medida, señalaron que la planta que se encuentra en construcción no se ubica en Baja California sino en el estado de Guanajuato, donde sí se producirán a partir de 2019 hasta 200.000 unidades del Corolla para el mercado local y la exportación.
“Toyota ha sido parte del tejido cultural en EE.UU. por casi 60 años. El volumen de producción o empleo en EE.UU no disminuirá como resultado de nuestra nueva planta en Guanajuato, México, anunciada en abril de 2015”, respondió la empresa en un comunicado.
Asimismo, Toyota le recordó al nuevo Presidente que tiene 10 plantas manufactureras de autos en su país con más de 21 mil millones de dólares en inversión directa y más de 136 mil empleados, mientras que la nueva planta en Guanajuato es sólo su segunda inversión en México, detrás de la fábrica de Baja California que existe desde 2002.
En ese sentido, señaló que esta nueva planta no afectará la producción ni el empleo en el país del norte. “El volumen de la producción o el empleo en los Estados Unidos no decaerán como resultado de nuestra nueva planta en Guanajuato”, señaló.
En abril de 2015, Toyota anunció que iba a invertir mil millones de dólares en una nueva planta que produzca el Corolla, uno de los modelos más vendidos del mundo, unidades que serían utilizadas para abastecer el mercado mexicano, el europeo y América del Sur. En tanto, los Corolla para los Estados Unidos se seguirían fabricando en la planta de Tupelo, Mississippi, mientras que la ubicada en la mexicana Baja California continuaría con la producción de la camioneta Tacoma, modelo del que se fabrican 50 mil unidades anuales.
“Toyota desea colaborar con la Administración de Trump con el fin de tener en cuenta los mejores intereses para los consumidores y la industria automotriz”, cerró el comunicado.
Esta es la tercera amenaza de Donald Trump a automotrices en menos de un año. El martes pasado, el flamante mandatario dijo a General Motors que impondría fuertes aranceles si continúa con la producción del Chevrolet Cruze Hatch en su planta de México con destino los EEUU.
En tanto, en 2016, cuando aún era candidato, sostuvo que subiría los aranceles hasta un 35% a los Focus que se produjeran en su vecino del sur si Ford mantenía su idea de construir una nueva planta allí para fabricar este modelo con el fin de exportarlo a su país. Como muestra de buena voluntad, la semana pasada el presidente de esta automotriz anunció la cancelación de esta inversión, de 1.600 millones de dólares. Dijo que era un "voto de confianza" a Trump.
El Toyota Corolla es el segundo modelo más vendido en los Estados Unidos en el segmento de berlinas compactas.
