La historia del auto elegido por el presidente para su asunción

El flamante primer mandatario se paseó por las calles de Buenos Aires con un Mercedes-Benz CLK cedido por un coleccionista, quien le contó a Parabrisas por qué este modelo fue el elegido para la ceremonia. (*Escribe Diego Porciello) Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Mucho se habló sobre las idas y vueltas con el recientemente restaurado Cadillac presidencial hasta que se confirmó que éste no estaría disponible para la asunción del 10 de diciembre.

En ese contexto se hizo necesario conseguir un reemplazo acorde. En un primer momento se pensó en reemplazar el Cadillac con otro Cadillac pero la idea no prosperó ya que sería como utilizar una copia de algo que se tiene el original.

Javier Milei y el Mercedes-Benz CLK que eligió para su asunción

También la confiabilidad fue un factor a analizar por lo que se pensó en un clásico un poco más moderno. Para esto, los organizadores de protocolo se pusieron en contacto con Tomás Bord, quien asesoró y puso a disposición no uno sino dos Mercedes-Benz CLK Convertibles. Las premisas de la búsqueda eran: un auto confiable, de color negro, con 4 plazas, clásico, convertible y de una marca que represente “capitalismo”.

Creo que nadie se imagina al presidente Milei asumiendo en un Trabant o un Lada, ¿no es así? Se manejaron opciones de Saab y BMW, pero el Mercedes fue el elegido por representar la época de los años 90 y porque Tomas Bord podía ofrecer dos unidades iguales para tener un back-up ante una eventualidad.

Javier Milei y el Mercedes-Benz CLK que eligió para su asunción

Las dos unidades que los organizadores de protocolo fueron a revisar junto a casa militar y sus mecánicos son un CLK 230 Kompressor y un CLK 430, ambos convertibles y de color negro. Las unidades también fueron revisadas por los responsables de seguridad personal del presidente y fueron llevados a la quinta de Olivos el día viernes.

Finalmente, el elegido fue el CLK 430 Cabriolet del año 1999, equipado con un motor V8 aspirado de 4.3 litros que eroga 279 CV que trabaja acoplado a una caja automática de 5 velocidades como única opción: con este conjunto mecánico acelera de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h, performances muy interesantes para la época.

Este auto pertenece a la primera generación de CLK, conocido como W208 (A208 en este caso por ser convertible), modelo que fue presentado en 1996 y se vendió hasta el año 2003 cuando la generación W209 lo reemplazó.

*Diego Porciello es coleccionista de autos clásicos y corresponsal de parabrisas en los Estados Unidos

Galería de imágenes