Viscosidad en líquidos: por qué es importante tenerla en cuenta para el rendimiento de cualquier coche

El mantenimiento frecuente es clave para evitar inconvenientes a futuro y garantizar la durabilidad del vehículo.

Redacción Parabrisas

Todo dueño de un auto es consciente de la necesidad de cambiar los líquidos de vez en cuando. El aceite del motor, el líquido de frenos, el aceite de transmisión y el refrigerante son algunos de los líquidos esenciales que se necesitan para que todo funcione correctamente. La viscosidad de estos líquidos es un factor clave para el funcionamiento eficaz del auto.

 

¿Qué es la viscosidad y cómo afecta a los líquidos en el automóvil?

La viscosidad del aceite del motor es una medida de la resistencia del aceite al fluir. Esta se mide en unidades conocidas como "grados de viscosidad", y se designa mediante los grados SAE, normativas establecidas por la Society of Automotive Engineers.

Hay que tener en cuenta que la viscosidad del aceite del motor cambia con la temperatura. Cuando el motor está frío, el aceite es más viscoso, lo que significa que fluye más lentamente. Esto puede ser un problema si el aceite es demasiado viscoso, ya que puede tardar en llegar a las partes del motor que necesitan lubricación. 

Por otro lado, cuando el motor está caliente, este se vuelve más delgado y fluye fácilmente. Es importante que suceda este cambio entre ambas densidades ya que el aceite del motor debe llegar rápidamente a las partes del motor que necesitan lubricación, para evitar el desgaste y la fricción.

La elección de la viscosidad adecuada del aceite del motor depende del clima y del tipo de motor. Por ejemplo, en un clima frío, es necesario elegir un aceite con una viscosidad más baja, como un aceite SAE 5W-30, ya que el aceite será más fluido y podrá moverse más fácilmente cuando el motor está frío. 

En un clima cálido, la mejor opción será un aceite con una viscosidad más alta, como un aceite SAE 10W-40, ya que el aceite será más grueso y ofrecerá una mejor protección cuando el motor está caliente.

Es importante tener en cuenta que la elección de la viscosidad del aceite del motor no es algo que se deba tomar a la ligera. Un aceite con una viscosidad incorrecta puede dañar el motor del coche y reducir su vida útil. Si hay dudas de qué aceite es el adecuado para un coche, se debe consultar el manual del propietario o hablar con un mecánico de confianza.

Además de la viscosidad, también es importante elegir un aceite del motor de alta calidad que cumpla con las especificaciones del fabricante. Estos contienen aditivos que pueden ayudar a proteger el motor y mejorar su rendimiento. En cambio, aquellos aceites de baja calidad pueden no ofrecer la protección adecuada, reduciendo la vida útil del motor.

 

Viscosidad en el líquido de frenos

Otro de los líquidos vitales para el correcto funcionamiento de un automóvil es el líquido de frenos. Este es esencial para que el sistema pueda transmitir rápidamente la fuerza del pedal de freno hacia las ruedas del vehículo. Si la viscosidad del líquido de frenos es demasiado alta, puede causar un retraso en la respuesta de los frenos y un mayor desgaste de los componentes del sistema de frenos. 

Por otro lado, si es demasiado baja, puede provocar una pérdida de presión en el sistema, lo que se traduce en un frenado deficiente, peligroso para la seguridad tanto del conductor como de las personas que estén cerca del vehículo.

 

Viscosidad en el aceite del motor

El aceite del motor es esencial para su correcto funcionamiento, ya que lubrica los componentes y reduce el desgaste. En este caso, si la viscosidad del aceite es demasiado alta, puede resultar en una reducción de la capacidad de arranque en frío y aumentar la resistencia al flujo, provocando un mayor desgaste en el motor. En cambio, si la viscosidad es demasiado baja, puede disminuir la protección contra el desgaste y resultar en un aumento del consumo de aceite.

 

Viscosidad en el aceite de transmisión

Este aceite lubrica y protege los componentes de este sistema, para transmitir de manera correcta la fuerza del motor de transmisión a las ruedas. En este caso, si la viscosidad es demasiado alta, puede aumentar la resistencia al flujo, generando un mayor desgaste en los componentes de la transmisión. Por otro lado, de ser baja, puede disminuir la capacidad de lubricación y protección de los componentes de la transmisión, causando un desgaste prematuro.

 

Viscosidad en refrigerante

El refrigerante ayuda a mantener el motor a una temperatura adecuada. En el caso de que la viscosidad del refrigerante sea demasiado alta, puede reducir la capacidad de disipar el calor, provocando un sobrecalentamiento y dañando los componentes. Si la viscosidad es demasiado baja, es posible que exista una disminución de la eficacia del refrigerante para absorber y disipar el calor, lo que también podría provocar un sobrecalentamiento del motor y su eventual falla.

 

¿Cómo elegir la viscosidad adecuada?

El fabricante del vehículo es quien termina determinando cuál es la viscosidad adecuada para cada líquido del coche, algo que se puede encontrar en el manual del propietario. Entran en juego varios factores, como el diseño del motor y la transmisión, el clima y la forma de conducir. Es importante seguir las recomendaciones del fabricante y así elegir los líquidos que vayan a funcionar de la mejor manera en cada uno de los componentes del auto.

 

La viscosidad: un factor clave en el rendimiento y la seguridad de un auto

En conclusión, un vehículo se compone de diferentes partes, las cuales cumplen una función específica, necesaria para que pueda funcionar de manera correcta. Algunos de ellos, como el motor, el sistema de frenos o la transmisión, requieren de aceites o líquidos que les permitan realizar sus tareas. La viscosidad de estos líquidos es vital para que puedan funcionar y mantenerse en óptimas condiciones, algo que termina por alargar su vida útil. En caso de tener dudas, siempre es mejor chequear el manual de instrucciones o consultar con un servicio técnico especializado.

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