¿Cuándo se creó el limpiaparabrisas?

El sistema de escobillas es fundamental para los días de lluvia y para aumentar las medidas de prevención dentro del marco de la seguridad vial. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

El limpiaparabrisas, un dispositivo indispensable para la seguridad de los automovilistas, fue inventado en 1903 por Mary Anderson, una innovadora estadounidense que obtuvo la patente por esta creación, cuya visión transformó la conducción en condiciones climáticas adversas.

Su historia comienza en un viaje a Nueva York un año antes, donde observó que los conductores de tranvías enfrentaban serias dificultades al intentar mantener una visibilidad clara bajo la lluvia o la nieve. En aquel entonces, los conductores tenían que detenerse constantemente para limpiar manualmente los parabrisas o simplemente conducir con una visión limitada, exponiéndose a accidentes.
Mary Anderson
Inspirada por esta problemática, Anderson ideó un mecanismo que podía limpiar el parabrisas sin necesidad de detener el vehículo. Su diseño consistía en una palanca operada desde el interior del automóvil que accionaba un brazo con una hoja de goma montada en el exterior. Este brazo podía moverse de un lado a otro para retirar el agua, la nieve o el polvo acumulado. Además, el sistema incluía un contrapeso que aseguraba que la hoja permaneciera en contacto con el vidrio, proporcionando una limpieza eficiente.

En noviembre de 1903, Mary Anderson obtuvo la patente de su limpiaparabrisas, convirtiéndose en una de las primeras personas en diseñar un sistema práctico y funcional para mejorar la visibilidad en los vehículos.
Limpiaparabrisas
Sin embargo, a pesar de la utilidad de su invento, la norteamericana no logró comercializarlo en su momento. Las empresas automotrices consideraban que no era necesario, ya que los automóviles todavía eran un lujo y no circulaban con frecuencia bajo condiciones climáticas extremas.

Con el paso de los años, y a medida que los automóviles se volvieron más comunes, la necesidad de mejorar la seguridad vial llevó al desarrollo de versiones automatizadas del limpiaparabrisas. En la década de 1920, se introdujeron sistemas eléctricos que rápidamente se adoptaron como estándar en los automóviles.

Aunque Mary Anderson no obtuvo beneficios económicos de su invento, su visión marcó un hito en la historia del transporte, demostrando cómo una solución aparentemente simple puede tener un impacto profundo y duradero en la vida cotidiana. Hoy, su creación sigue siendo esencial para millones de conductores en todo el mundo.

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