Inspirado en el estilo de vida relajado de la costa mediterránea, el artista argentino Enrique Napp desarrolló “La Nappina”, un pequeño vehículo eléctrico de diseño retro que combina estética, funcionalidad y cero emisiones. El proyecto nació de su necesidad de contar con una solución práctica y con identidad para desplazarse en Porto Rotondo, Cerdeña, durante sus estadías creativas.
El diseño parte del Type Ami, una reinterpretación estilística del Citroën Ami realizada por el carrocero italiano Fabrizio Caselani. Con una clara influencia de las décadas del ’60 y ’70, el modelo fue personalizado por Napp con detalles únicos y pensados para integrarse al entorno costero, como terminaciones en sintonía con embarcaciones o casas de verano, un kit invernal que agrega puertas, y distintos tipos de suspensión.
Producida en una fábrica-boutique en Cremona, Italia, “La Nappina” combina técnicas de construcción avanzadas, utilizadas en la industria náutica, con estándares de calidad artesanal. Su base eléctrica es la misma del Citroën Ami: un motor de 6 kW (8 CV) alimentado por baterías que permiten una autonomía de hasta 75 km, y una recarga completa en unas cuatro horas mediante un enchufe doméstico convencional.
Este vehículo ligero de dos plazas, velocidad limitada a 45 km/h y apto para circular en zonas urbanas y privadas está pensado como una alternativa de movilidad sustentable para entornos costeros o rurales. A diferencia de otros modelos eléctricos, su tamaño compacto y bajo impacto visual lo hacen ideal para quienes buscan practicidad sin resignar estilo.
“La Nappina” se presentó en Eleni Atelier Porto Rotondo, el espacio de la diseñadora Elena Marocchi, conocido por su enfoque en prendas elaboradas con materiales naturales. La colaboración entre Napp, Caselani y Marocchi refleja un enfoque integral hacia un estilo de vida consciente, que une diseño, sustentabilidad y simplicidad.
Para Enrique Napp, este modelo representa un retorno a los objetos con propósito: “Está pensado para un uso cotidiano, como antes, cuando las cosas se diseñaban para generar emociones, y no únicamente para venderse o acumularse”, explica el artista argentino radicado en Italia. Con un diseño evocador y opciones de personalización, “La Nappina” busca convertirse en un nuevo objeto de deseo para quienes combinan movilidad, diseño y respeto por el entorno.
