Aunque aún sin confirmación oficial, Kia dejó fuertes indicios de que ya se está gestando un nuevo SUV robusto y familiar basado en la reciente pick-up Tasman, modelo que llegaría este año a la Argentina. En relación al posible sport utility desembarcaría en el mercado mundial hacia hacia finales de la década como rival directo del Toyota SW4, Ford Everest, Chervrolet Trailblazer, entre otros.
Según reveló Carsales, la información proveniente desde Australia surgió durante una entrevista reciente con el especialista en desarrollo de chasis Graeme Gambold, quien, al ser consultado sobre cuándo podrían hablar abiertamente de un SUV derivado de la Tasman, lanzó una frase sugerente: “Dentro de tres años”. Si bien la respuesta fue evasiva, dejó en claro que el proyecto ya está sobre la mesa.
Por ahora, la prioridad absoluta es el éxito comercial de la Tasman. Así lo explicó el director de marketing de Kia Australia, Dean Norbiato, quien dejó entrever que el futuro del SUV depende directamente del desempeño de la pick-up: “Si logramos que Tasman funcione bien, se abrirán muchas puertas. Primero tenemos que hacer bien ese trabajo”, afirmó. Gambold, en la misma línea, recordó que la marca tardó una década en lanzar una pick-up y que ahora hay que avanzar paso a paso.
Aunque la Ford Ranger fue utilizada como referencia en el desarrollo de la Tasman, desde Kia marcaron distancia respecto a su enfoque. Según Gambold, mientras Ford buscó que su camioneta se sintiera como un SUV, Kia apostó por una pick-up de uso tradicional, pensada tanto para el trabajo rural como para el uso cotidiano: “No se puede cubrir todo el espectro. Hemos preferido enfocarnos en el perfil más clásico del usuario de camionetas”, explicó.
Esta estrategia, sin embargo, deja abierta una puerta clara al desarrollo de una variante SUV, especialmente teniendo en cuenta que la plataforma de la Tasman ya está optimizada para soportar un amplio abanico de usos. La pick-up fue construida con bastidor de largueros, eje trasero rígido y ballestas, pero incorpora soluciones modernas como amortiguadores selectivos de frecuencia y servicios conectados, lo que la vuelve ideal como base para un SUV de grandes dimensiones.
Con la arquitectura ya disponible, junto a una línea de motorizaciones en expansión y una plataforma versátil, todo indica que un SUV derivado de la Tasman es cuestión de tiempo. Si los próximos pasos comerciales acompañan, Kia podría consolidar una nueva familia de productos pensada tanto para el trabajo como para la aventura.



