Cuando el nuevo Mustang Shelby GT500 tuvo su presentación mundial en enero de este año durante el Salón de Detroit, los responsables de Ford hablaban de 700 caballos de fuerza, cifra que lo convertirían en el modelo de producción en serie más poderoso de la marca en toda su historia al momento de su lanzamiento en el próximo otoño norteamericano.
Si bien la potencia anunciada en ese entonces ya era de por sí impresionante, resulta inferior a la informada por la compañía hace pocos días. Lo cierto es que ahora se conoce que el motor V8 de 5.2 litros sobrealimentado entrega nada más ni nada menos que 760 caballos y 847 Nm de torque.
El propulsor del nuevo cupé fastback se acopla a una transmisión de doble embrague Tremec de siete velocidades, que puede realizar cambios en menos de 100 milisegundos, mucho más rápido que cualquier caja manual.
El diseño inspirado en la competición también se puede apreciar en el habitáculo, que se destaca por los materiales de primera calidad. Las butacas son marca Recaro y vienen con refuerzos laterales y pasajes para arneses de seguridad. Para aquellos que buscan un mayor confort, se ofrecen asientos con inserciones de gamuza ajustables eléctricamente.
El deportivo desarrollado por Ford Performance, la división de automóviles de alto rendimiento, dispondrá para los clientes más exigentes de un paquete Carbon Fiber Track que incluye ruedas de fibra de carbono de 20 pulgadas con ruedas traseras de 0,5 pulgadas más anchas (11,5 pulgadas), llantas Michelin Pilot Sport Cup 2 personalizadas, alerón de competición de GT4 ajustable de fibra de carbono y splitter aerodinámico integrado. Para reducir el peso del vehículo se sustrajo el asiento trasero.
