Fiat Uno Attractive: Una ventana a la naturaleza

Sierra de la Ventana, incluidos sus alrededores, fue nuestro hábitat por tres días durante los cuales pudimos reconfirmar que el lugar es como para irse a vivir allí. Por supuesto, fuimos con “nuestro” fiel Fiat Uno. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Tandil, una muy fría mañana de julio. Nos despertamos temprano para salir rumbo a  Sierra de la Ventana, distante de Tandil unos 330 kilómetros. Durante el desayuno, y al ver los campos blancos por la helada (a la intemperie, diez grados bajo cero), planteamos con Graciela la posibilidad de que el Uno, pintado de blanco como el paisaje por el helado sereno caído durante la noche, no arrancara; al menos en primera instancia. Pesimismo vano: con media vuelta de llave el motor arrancó instantáneamente y nos pusimos en marcha, esperando que la potente calefacción convirtiera en tibio el aire del habitáculo. Y de paso digamos: potente calefacción, y muy regulable, pero como sucede en casi todos los vehículos del segmento, la turbinita produce demasiado ruido.

Nos esperaba una mañana tranquila, ya que las rutas provinciales elegidas son de escaso tránsito: tomamos por la 74 hasta el cruce de Benito Juárez, de ahí la 86 a Laprida y un poco más adelante volteamos al sudoeste por la 76 hasta la rotonda que, doce kilómetros más adelante, nos mostraba la bandera a cuadros.

Sierra de la Ventana y Arcadia

Sierra de la Ventana no es realmente un solo pueblo, sino dos con una población estable en conjunto que supera los seis mil habitantes y que se multiplica en las temporadas altas y en los weekends largos. De hecho está asentada en la margen oriental del Río Sauce Grande, al que, sin embargo, da la espalda. En la otra margen del río se levanta Villa Arcadia, que no es, como “Ventana”, parte del partido de Tornquist, sino del de Coronel Suárez, ya que el curso de agua es el deslinde entre ambos distritos. Más aún, a apenas al sur de Villa Arcadia, llega una punta de otro partido bonaerense, el de Coronel Pringles, formando una triple frontera. Arcadia floreció quizás por la instalación allí de la colonia de vacaciones Ymcápolis (de la Asociación Cristiana de Jóvenes) en los años ’30.

Lea el resto de esta nota en la edición de septiembre de 2011 de Revista Parabrisas.

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