Las novedades del Salón de Dubai

Los Emiratos son el sitio ideal para mostrar al mundo las nuevas limusinas de lujo, superdeportivos y camionetas grandes. Qué presentaron las principales marcas. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Radwan Ogali tiene una gran sonrisa. A pocas horas de comenzado el Salón del Automóvil de Dubai ya ha vendido el Desert Gold, de la marca de tuning Brabus. Aunque el modelo, basado en la Clase S de Mercedes y lacado en oro, cuesta 400.000 euros, el vehículo tiene todo lo que les gusta a los jeques, dice Ogali: "Es potente, rápido y es una rareza". Sólo hay un ejemplar de la berlina de 900 caballos, que alcanza los 350 kilómetros por hora de velocidad máxima.

Como Ogali hay muchos en Dubai. Los Emiratos son el Dorado de las limusinas de lujo, de los superdeportivos y de las camionetas grandes, dice Nick Waller, director de marketing del Salón y que por ello reservó la mitad del espacio de la feria para las marcas premium.

Sin embargo, no sólo hay modelos exóticos de Lamborghini, Porsche, McLaren o Ferrari. También los árabes presentan su propio superdeportivo: el Fenyr. Con 900 caballos es ya el segundo modelo de la firma W-Motor y, a pesar de su precio de 1,8 millones de dólares, para Ralph Debbas, director de la firma, es un buen negocio. Al fin y al cabo el primer modelo, el Lykan, costaba 3,4 millones y era 150 caballos menos potente.

Nada de eso lo perjudicó. Gracias a un rendimiento al nivel de Bugatti y a extravagancias como diamantes en los faros, los siete Lykan previstos se vendieron con facilidad, dice Debbas, que asegura que en el caso del Fenyr habrá 25 ejemplares.

Los que marcan el paso son los coloridos y brillantes Bentleys y Rolls-Royce, los deportivos italianos tuneados o las monstruosas camionetas, así como los modelos exóticos de tuning de todo el mundo: desde el coupé de fibra de carbono de 650 caballos del fabricante de series reducidas Halocon, hasta la marca rusa de modelos "retro" Bilenkin y constructores de modelos "panzer" como Streit. Los Emiratos son un muy importante mercado para los modelos de lujo y de mayor precio.

No por nada el mayor "showroom" de Mercedes de todo el mundo se celebra en Abu Dabi y ningún comercial entre Londres y Los Angeles vende más Range Rover que Jad Elies, responsable del importador Al Tayer. "Enviamos mes tras mes cientos de contratos de compra de nuestro modelo insignia a Inglaterra y allí modelos como el Evoque o el Discovery Sport apenas se piden", dice el jefe de ventas. "No es una sopresa que la mitad de las matriculaciones nuevas en Dubai sean de un SUV", celebra el hombre de Land-Rover las preferencias de su clientela.

Eso se refleja también en los estrenos del Salón, pese a que por primera vez hubo un par de presentaciones de modelos casi normales. Así, Cadillac, en su primer estreno mundial fuera de los Estados Unidos, llevó al Golfo el nuevo monovolumen XT5, heredero del SRX y que está destinado a competir con el Mercedes GLS y el BMW X5. Y Fiat entró en el segmento de las pick-ups de tamaño medio con el Fullback, basado en el Mitsubishi L200.

Nissan dejó a la marca de tuning Nismo el enorme Patrol y pese a que Toyota retiró del mercado ya el V8 Land Cruiser, hay una versión renovada especialmente para Dubai. Además, con el debut de la berlina compacta Tipo se acerca el retrasado retorno de la marca al segmento compacto.

Aunque el negocio funciona bien en el Golfo, los fabricantes tienen, sin embargo, un problema con el entusiasmo infantil de sus clientes. "La paciencia no está precisamente entre sus virtudes", dice el hombre de Brabus, Ogali. Aunque se ha ahorrado el flete a Europa del Desert Gold y de todas las demás piezas que llevó al Salón, le cuesta mantener todos sus modelos hasta el fin de la feria. Y es que quien paga 400.000 euros por una Clase S en dorado no le gusta esperar mucho para disfrutarlo. En el Golfo, el próximo jeque puede llegar y atraer todas las miradas con otro juguete.

FUENTE: Thomas Geiger (dpa)

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