Por Augusto Brugo Marcó
Desde sus inicios hace más de un siglo, Ford Motor Company ha sido un ícono en la industria automotriz, conocido por su legendaria línea de vehículos. Sin embargo, en los últimos años la firma del óvalo ha estado llevando a cabo una transformación audaz, cambiando su enfoque de ser únicamente una compañía de autos a convertirse en un líder en tecnología y movilidad. Uno de los cambios más notables en su estrategia ha sido su compromiso con la electrificación. La presentación del Ford Mustang Mach-E y la Ford F-150 Lightning, ambos totalmente eléctricos, es un ejemplo de cómo la empresa ha abrazado esta revolución.
El enfoque en la electrificación no sólo es amigable con el medio ambiente, sino que anticipa las demandas de movilidad del futuro. Pero además de cambiar la forma en que se propulsa el automóvil, agrega cómo se utiliza y cómo la compañía puede saber en todo momento qué sucede con cada auto. Por ejemplo, hoy existen equipos dedicados a la conectividad en Brasil y la Argentina que monitorean el funcionamiento de la nueva Ranger. “Esta tecnología de conectividad permite detectar si una unidad consume más combustible del habitual y conocer numerosas variables sobre el comportamiento”, según sostuvo Daniel Justo, Presidente de Ford Sudamérica.
La tecnología de conducción autónoma es otra área en la que Ford está invirtiendo significativamente. La compañía desarrolla sistemas avanzados de asistencia al conductor y trabaja en el Ford BlueCruise, su sistema de conducción autónoma, que promete una experiencia de manejo verdaderamente autónoma en ciertas autopistas.
En este sentido, durante una entrevista Darren Palmer, Vicepresidente del Programa de Vehículos Eléctricos y Ford Model e, se mostró orgulloso de dicho sistema, ya que puede resultar una característica muy importante en los vehículos. Por ejemplo, en el Mach-E cada modelo ya viene habilitado con el equipo: “Si un cliente no puede pagarlo o no quiere hacerlo en el momento de la compra, puede comprarlo más tarde. Estamos seguros de que veremos una gran aceptación. Comprobamos que el 25 por ciento de las personas lo licenciaban y no tenían el sistema cuando obtuvieron el automóvil. Así que esto representa un gran futuro para la industria automotriz y la de software”. Sostuvo también que no se trata sólo de autos eléctricos, sino de productos tecnológicos. Y en esta transformación Ford no está solo: ha establecido asociaciones clave con empresas de tecnología y movilidad para impulsar aún más su visión.
Esta evolución de una empresa de autos a otra de tecnología y movilidad demuestra la voluntad de Ford de adaptarse a las cambiantes demandas de los consumidores. Para ello está invirtiendo 50 mil millones de dólares en desarrollo para los próximos 4 años, que se aplicarán a un conjunto completamente nuevo de productos tecnológicos y vehículos eléctricos. Para esto convocaron a programadores de software y personas que se cuentan entre “las mejores del mundo”, de Apple, Google y compañías de hardware.
Cada una de ellas significa “un cambio de juego”, trayendo algo que nunca antes existió. Así, la marca del óvalo azul está embarcada en una misión que pretende liderar la revolución tecnológica en la industria automotriz y moldear el futuro de la movilidad.
