Cómo minimizar la fricción del motor

Los puntos de movimiento entre las piezas bajo el capó presentan una cierta resistencia denominada fricción. La correcta lubricación y la presencia de cojinetes revestidos con materiales especiales son fundamentales para el correcto funcionamiento.

Redacción Parabrisas

El motor tiene en sus entrañas varios tipos de cojinetes lisos, aplicados por ejemplo en el cigüeñal, el árbol de levas, las bielas y otros componentes. Los cojinetes se interponen entre las piezas, por ejemplo entre un muñón del cigüeñal y la cabeza de biela, o en un muñón del mismo cigüeñal con la bancada que lo soporta, con el fin no solo de soporte, sino también de reducir la fricción y el desgaste. También entre los soportes y el árbol de levas hay cojinetes lisos.

Estos cojinetes principales, deben ser debidamente lubricados y enfriados por el aceite que contiene el motor. Durante la vida normal del motor, cada cojinete debe permitir el movimiento libre, silencioso y sin problemas del componente del motor al cual sirve de apoyo.También debe poseer excelente resistencia al desgaste. En un motor típico para automóvil, con una duración de los cojinetes de unos 130.000 kilómetros (y hay cojinetes que duran mucho más que eso) el deslizamiento promedio del eje o árbol del cojinete, si pudiera ser estirado para darle una longitud continua, mediría más de 30.000 kilómetros o sea las 4/5 partes de la circunferencia de la Tierra en el Ecuador.Un cojinete, tal como se usa para el cigüeñal, consiste en dos piezas semicilíndricas, denominadas usualmente un par.

Cada pieza, usualmente, consiste en una tapa o respaldo de acero (o a veces de bronce) sobre el cual está adherida una capa de un buen número de aleaciones, en la superficie interna del respaldo. Esta aleación especial se denomina material de revestimiento para cojinete. Los cojinetes también cuentan con un orificio, destinado al paso del aceite para la lubricación. Cada tipo de material de revestimiento para cojinete posee ciertas características o cualidades deseadas, según sea el tipo de motor.Uno de los materiales para cojinetes más utilizado es el aluminio, siendo el mismo el principal constituyente. Una aleación especial consiste por ejemplo en la adición de estaño (6,25 por ciento), cobre (uno por ciento) y níquel (uno por ciento).

El resto es de aluminio. Hay muchas otras aleaciones para las plantas motrices más avanzadas, incluyendo las de aluminio con tapa de acero y, muy recientemente, con una capa final de polímeros (plásticos de ingeniería), de muy bajo coeficiente de fricción, tipo teflón. Cabe destacar que, en algunos motores muy especiales, los cojinetes lisos son reemplazados por rodamientos (“rulemanes”), que no se pueden dividir en dos partes como los lisos, pero que se pueden aplicar debido a que en estos casos el cigüeñal es desarmable.

El mantenimiento

Aunque la gran mayoría de los automovilistas no pueden acceder a los cojinetes del motor, dado que para ello es necesario hacer trabajos de desarme propios de un taller mecánico, pueden cuidarlos de diferentes maneras “desde afuera”, es decir de forma indirecta.Los cojinetes motrices son muy sensibles a la incorrecta lubricación y por ello para cuidarlos con esmero y aumentar la vida útil de la máquina lo primero que tenemos que hacer es cambiar el aceite y el filtro de acuerdo a lo que indica el fabricante del automóvil en el manual de instrucciones del automóvil, utilizando productos de primera calidad, tanto para el aceite como para el filtro.

Aunque el desgaste normal del motor produce impurezas, son usualmente extremadamente pequeñas y podrían ser comparadas con polvo en solución. Los cambios normales de aceite y filtro del motor, eliminan casi totalmente estos productos. Sin embargo, si a estas partículas se les permite acumularse, ellas, a su vez, ayudarían a producir más y posiblemente mayores partículas, por abrasión, hasta que el desgaste ya no sería normal, sino excesivo.Por ello es tan importante prestar atención al cambio de aceite.Las partículas extrañas también pueden introducirse al motor “desde arriba”, es decir por el sistema de admisión, a causa, por ejemplo, de un filtro de aire al cual no se le ha dado el mantenimiento adecuado.

Las micropartículas que así ingresan a la máquina llegan a los cilindros, y son capaces de pasar por la luz que separa a los aros de pistón y cilindros, causando el desgaste acelerado de estas piezas, y también de los cojinetes al mezclarse con el aceite y circular por el circuito de lubricación. Los filtros de aire modernos son del tipo de cartucho de papel microporoso especial, y también, a la hora de reemplazarlos, se deben colocar repuestos originales o de primera marca. Los filtros que acumulan una cantidad excesiva de partículas no solo oponen una resistencia al paso del aire, sino también que propician que las partículas se precipiten por acumulación hacia los cilindros.

Otros consejos

La vida útil de los cojinetes y por tanto del motor, depende también de múltiples factores, tales como, por ejemplo, las condiciones de funcionamiento de la máquina. La detonación (“pistoneo”) que a veces se presenta cuando manejamos, produce fenómenos anormales de la combustión que inciden directamente en la duración de las piezas motrices. El “pistoneo” muchas veces se debe a una simple causa: se está cargando nafta (en motores ciclo Otto) con insuficiente número de octanos. Si este fuera el caso, basta con pasar, erogando una suma mayor de dinero, a la mejor nafta disponible, fácilmente reconocible porque es la más cara. En lo referente a los Diesel, los mismos también producen golpeteos, el clásico ruido Diesel, y el mismo puede disminuir al cargar el mejor gasoil. Si utilizando estos combustibles de primera calidad el motor sigue detonando o golpeando, el problema subsiste, habrá que recurrir a las manos especializadas de un buen mecánico para que detecte y solucione la falla.

Por otra parte, no es conveniente que el motor funcione durante largo tiempo en marcha lenta (“ralentí” o marcha en vacío), porque con ese bajo régimen la combustión en los cilindros no se realiza de la mejor manera. Como resultado, la cámara de combustión se cubre con una capa de carbón la cual, a su vez, afecta al encendido porque ensucia las bujías y ocasiona pre-ignición, lo cual es perjudicial para los cojinetes. Sabemos que en muchos casos y cuando el tránsito es caótico en las ciudades, necesariamente el motor funcionará en marcha lenta. En este sentido los nuevos motores que disponen del sistema de parada y arranque automáticos son de gran utilidad, ahorrando combustible y evitando recalentamientos y desgaste anormal. Pero lamentablemente no son muchos los modelos que actualmente disponen de dicho sistema en nuestro país, y ni hablar de los modelos de anteriores generaciones.

Lo mejor será entonces utilizar nuestro buen juicio y detener el motor cuando, por ejemplo, debemos esperar largos minutos mientras pasa un tren y cuando el tránsito es muy lento en los embotellamientos y nos damos cuenta que deberemos detenernos por un tiempo relativamente prolongado. Apagar entonces el motor también es beneficioso en estos casos. Claro que hay ciertas condiciones de manejo que nos impiden detener el motor, incluso con largos atascos, pero siempre se nos presentará alguna oportunidad para hacerlo.Resta mencionar al sistema de enfriamiento del motor, un complejo circuito que contiene agua con aditivos especiales anticorrosivos y anticongelantes. Este líquido extrae el calor excesivo de la máquina. Se sabe, por experiencia, que algunas fallas prematuras de cojinetes han sido causadas por pérdidas de líquido en el sistema, y que lograron ingresar al interior del motor y terminar en el cárter de aceite.

Mantener vigilado este sistema es una medida inteligente. Aquí sí podemos ver distintas partes, como el depósito del líquido, su nivel, la tapa del radiador, las mangueras de agua y otros componentes. Si vemos que el nivel de líquido baja rápidamente y no es debido a pérdidas externas del sistema, por ejemplo, por una manguera deteriorada, se pueden producir graves daños en el motor al tomar contacto el agua con el aceite de lubricación. Esta es una falla interna que debe ser solucionada lo antes posible. Lo mejor será no seguir manejando con bajos niveles de líquido en el depósito del fluido de enfriamiento, principalmente cuando lo recargamos a intervalos muy cortos, de días, por ejemplo. Llevar el automóvil directamente al taller, porque un motor “fundido” es un espectáculo nada agradable y encima de eso muy costoso de reparar.

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