El segmento de los sedanes de lujo es un terreno en el cual Peugeot no logra insertarse como referente en los últimos años. En ese espacio en el que la estirpe alemana indica el camino, fueron varios los intentos de la francesa. El último data de 2001 cuando llegó el 607, modelo cuya vida comercial se extendió hasta 2010.
Ahora, la marca del león hace una nueva apuesta con el 508, un producto de categoría que llega para reemplazar a aquel y que también toma el lugar del 407, sedán que con sus versiones más equipadas, supo coquetear con las luminarias y el glamour.
Sin embargo, el 508 tiene una meta bien clara: lograr una participación que le permita competir de igual a igual con los históricos líderes del segmento de los sedanes de lujo. Y no le faltan herramientas para hacerlo.
Inicialmente, la oferta del 508 en la Argentina estará compuesta por dos versiones, ambas equipadas con el mismo motor naftero 1.6 THP de 163 CV asociado con una caja automática Tiptronic de seis velocidades: Allure (180.000 pesos) y Feline (203.000 pesos). En un futuro no muy lejano llegarán las opciones Diesel, con las dos versiones que completarán la gama: 2.0 HDI de 163 CV y 2.2 HDI de 204 CV. El más potente será el que utilizará la versión tope de gama, denominada GT y dotada de equipamiento diferencial en el que aparecen, por ejemplo, suspensión delantera de doble triángulo, faros de xenón con sistema adaptativo que modifica la intensidad del haz luminoso en función de las condiciones de iluminación del camino, butacas con función de masaje, climatizador de cuatro zonas, llantas de 18”, etc.
Las versiones SW (station wagon o rural) y la híbrida HRX que se comercializan en el mercado europeo no se venderán en nuestro país. Del mismo modo, tampoco se contempla la llegada de una opción naftera con mayor potencia.
En esta oportunidad analizamos la versión Feline 1.6 Tiptronic.
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