Básicamente, se trata de una variante del Fiat Pulse, cuya principal característica estética es el alargado del portón trasero, del cual deriva el nombre del modelo. Tiene medidas similares al su ya conocido hermano SUV, aunque es nada menos que 32,8 centímetros más largo.
Al igual que el Pulse, se fabrica Brasil, donde fue presentado a mediados de 2022, y desde entonces no para de acumular éxitos. Por las razones de nuestro contexto, después de algunos intentos por parte de la filial argentina, recién estaría llegando a nuestro país antes del primer semestre del año.
Sin haberse definido aún las versiones –y, mucho menos, los precios que tendrá en nuestro mercado– tuvimos un breve contacto con una variante tope de gama, con el mismo motor que la versión Abarth del modelo. Solo de manera muy especulativa, podemos decir que a igual versión, en Brasil el Fastback cuesta un 15 por ciento más que el Pulse.
En este caso, contaba con el ya conocido motor turbo 1.3 de 175 CV y 27,6 kgm de par, caja automática de seis marchas con mando secuencial y levas detrás del volante, además de un equipamiento muy completo.
Destacado baúl
Puertas adentro, el espacio disponible es correcto para ambos pasajeros, a pesar de que la consola central es un poco ancha para un vehículo compacto. Las butacas delanteras son confortables y la posición de manejo muy cómoda, ya que cuenta con la posibilidad de regular la altura del asiento, mientras que el volante lo hace en todos los sentidos posibles.
En cuanto a los elementos que lo integran, vamos a encontrar muchas piezas que ya hemos visto en el Pulse. Por ejemplo, la tecla roja Sport ubicada en el volante, que modifica todo lo referido a la entrega de torque y potencia. También es muy conocido el tablero, presente en algunos autos de la marca italiana. Es ciento por ciento digital y presenta diferentes gráficas y colores. Una de ellas es la de la insignia Fastback de bienvenida cuando se pone en marcha el vehículo, y otro de los ejemplos es el cambio de colores (mayoritariamente rojos) al activarse la mencionada tecla Sport del volante. Por otro lado, el encendido es a través de un botón, cuando la llave está dentro del vehículo.
Otro de los particulares ítems que componen el panel frontal es la enorme pantalla de 10,1 pulgadas, que resalta por la calidad de las imágenes, especialmente cuando activamos la marcha atrás. Este último es un buen recurso para compensar la baja visibilidad trasera, que se debe a la reducida superficie vidriada que queda cuando utilizamos el espejo central.
Atrás, el espacio disponible para las piernas es más que suficiente, aunque es bastante ajustada la distancia que separa la cabeza del techo debido a su pronta caída. Esto lo notarán ante todo quienes midan más de un metro ochenta de estatura. El punto a favor de este sector trasero es para la salida de aire.
Lo más sobresaliente en materia de espacio viene por el lado del baúl, cuyo amplio portón anuncia una gran boca de entrada con la que se accede a los generosísimos 600 litros de capacidad de carga. Allí, debajo de la alfombra, se encuentra alojada la rueda de auxilio que, lamentablemente, y más por calzar neumáticos titulares de bajo perfil (215/45 R R18) es muy pequeña y, en consecuencia, de uso temporal.
Mucha potencia
Esta variante estaba equipada con el 1.3 turbo, ya existente en modelos de la familia Stellantis, tales como los Jeep Renegade, Compass y Commander, o la Fiat Toro. En el modo convencional en el uso urbano se mostró bastante silencioso y muy ágil, esto último también gracias al buen comportamiento de la caja CVT. En la ruta y con el botón Sport activado (que, entre otras cosas, retiene más las revoluciones), la respuesta se acercó bastante a lo esperado: buena partida desde cero (unos aproximados 8 segundos para pasar de 0 a 100 km/h) y una buena respuesta a la hora de realizar adelantamientos.
Amén del nombrado bajo perfil de los neumáticos, el comportamiento en ciudad es bastante confortable y se lo nota con un andar bastante firme. Algo parecido ocurre con el desplazamiento en la ruta, donde se mostró bien estable en lo recto y, salvo algún exceso de subvirancia, en las curvas transmite bastante seguridad. La dirección es de asistencia eléctrica, por lo que se muestra muy liviana en maniobras cortas, y muy obediente a la hora de exigirla a altas velocidades.
No tuvimos oportunidad de probar a fondo el frenado, pero en los momentos que intentamos detener exageradamente sus 1.300 kilos (aproximados), lo hicimos sin ningún problema. Para ello cuenta con discos de frenos adelante y tambores atrás.
Además de los tapizados de cuero, el Fastback manejado incluía, en materia de confort, climatizador automático de una zona, Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, freno de estacionamiento eléctrico, cargador inductivo de smartphones, computadora de a bordo, sensores de estacionamiento delantero y trasero y control de velocidad crucero, entre otros tantos ítems. En tanto, en seguridad, ya desde la versión base ofrece cuatro airbags, monitoreo de presión de neumáticos, luces full led y, por supuesto, los elementos ya obligatorios, como el ABS y el control de estabilidad y tracción, sumados a los cinco cinturones de tres puntos inerciales y a los anclajes Isofix para los asientos de los más pequeños.
Esta opción contaba con algunas asistencias al manejo; entre ellas, el mantenimiento de carril, que no sólo alerta sino que también corrige, a través del volante, el frenado autónomo de emergencia y las luces altas automáticas.
Cuestión de gustos
Son pocos los vehículos que utilizan este tipo de silueta, y menos en su segmento. Sin duda, más allá de la propicia bienvenida que le dio el público brasileño en su país, habrá que ver qué sucede con los argentinos. Mientras tanto, fuera de lo estético, habrá que esperar para saber cuáles son las versiones que estarán disponibles y, lo que es fundamental, los precios. En tanto, ya sabemos que vamos a contar con un modelo muy moderno, bien equipado y con una excelente capacidad de carga. Todo esto combinado con otras virtudes (y falencias) que podemos encontrar, por ejemplo, en su hermano Pulse.
