@TogneriWalter
waltertogneri5Probablemente sea el segmento de los SUV medianos aquel en el que los protagonistas muestran todo lo que tienen para ofrecer. Son unidades muy modernas, con motores eficaces y, sobre todo, dotadas de un nivel de equipamiento que cubre todas las necesidades. Claro que esto no es nuevo: a lo largo de su camino, cada uno de los que compiten en este espacio han demostrado a sus rivales que enfrentarlos les representará una dura tarea.
Básicos:
Velocidad máxima: 198,2 km/h / Potencia: 178 CV / Consumo promedio: 11,4 km/l / Precio: S/D
Diseño/Aerodinámica (✭✭✭✭): No pasa inadvertido, circule por donde circule.
Confort/Espacio interior (✭✭✭✭): Amplio y de buena calidad, el habitáculo está preparado para cuatro adultos. Plaza central pequeña. Baúl de gran capacidad.
Motor/Prestaciones (✭✭✭1/2): En nuestras pruebas comprobamos que responde muy bien, pero el consumo podría ser mejor, especialmente en ciudad.
Los más: Diseño moderno • Amplitud interior • Calidad de materiales y construcción • Respuesta del motor • Equipamiento.
Equipamiento/Instrumental (✭✭✭✭): Muy completo, aunque faltan comandos físicos y la pantalla multimedia central demanda un tiempo para acostumbrarse. ¡La rueda de repuesto es idéntica a las titulares!
Suspensiones/Dirección (✭✭✭1/2): Muy equilibrados, ambos ejes tienden al confort a pesar de las ruedas de 18”. La dirección responde bien, pero tiene un radio de giro amplio.
Transmisión/Caja (✭✭✭✭): Esta versión ofrece tracción total y suma un bloqueo de diferencial central. La caja es rápida.
Los menos: • Respaldo plaza central • Ausencia de comandos físicos • Operación sistema de infoentrenimiento• Consumo urbano • Sin precio.
Seguridad/Frenos (✭✭✭✭): La dotación en este rubro es generosa. Y en la pista respondió correctamente.
Precio/Garantía: No hay precio. La garantía es muy buena: 5 años o 100.000 kilómetros.
En el caso del Kia Sportage, estamos frente a un referente que podría tener mayor protagonismo en nuestro marcado si no fuera por su origen “extra zona” (llega desde Corea del Sur), característica que condiciona su performance de ventas por el volumen que el importador local recibe y, lógicamente, por el precio.
Actualmente se ofrece aquí la quinta generación de este SUV que fuera presentado en su país de origen a mediados del año pasado y que llega a la Argentina en dos opciones: EX y X-Line. Ambas disponen de un motor 1.6 turbo-naftero de 178 CV y caja automática de doble embrague y siete velocidades, y amplio nivel de equipamiento, pero la que ocupa el lugar de tope de gama (X-Line) ofrece unos equipos exclusivos y tracción integral.
Golpe de efecto
Kia viene buscando la personalidad de sus productos desde hace tiempo. En la década pasada mostró cierto cambio de estilo, con el cual dejaba atrás diseños más conservadores para atreverse a la modernidad. Pero a veces algunos cambios no avanzan al ritmo que propone la industria. Por eso la nueva generación del Sportage hace que el diseño de la anterior (data de 2016) se vea anticuado. Es que el nuevo lenguaje que aplicó el departamento creativo de Kia es mucho más atrevido; si había alguna barrera que atravesar, los diseñadores de la casa surcoreana lo han hecho.
En términos de dimensiones, el nuevo Sportage es más largo que el anterior, pero el diseño de los grupos ópticos es lo que lo cambia todo: las luces frontales de circulación diurna tienen un formato que los asemeja a un búmeran y que transforman al frontal del vehículo en un sector que atrapa todas (sí, todas) las miradas.
Atrás también los faros tienen un diseño especial, pero su “sofisticación” no llega al nivel de los delanteros.
Laterales sin raros trazos en los paños, perímetro inferior con apliques en color negro, llantas de aleación de 18 pulgadas y un gran portón de accionamiento eléctrico completan el recorrido 360 de este especial producto.
Teniendo en cuenta que se trata de un vehículo con tracción integral, podríamos esperar un despeje más elevado, pero creo que en este caso es necesario tomar esa característica mecánica como un “plus”: no es un vehículo creado para el off-road pero, de ser necesario, la tracción 4x4 nos permitirá avanzar sobre terrenos de baja complejidad como la arena, el ripio o el barro no muy espeso. Suma un bloqueo del diferencial central.
Calidad asegurada
Si el exterior del Sportage es llamativo, el interior también lo es. La decoración está a la altura de los más modernos de la categoría en un habitáculo construido con materiales de primera calidad y en el que las terminaciones muestran esmero.
Es espacioso para cuatro adultos. Los dos de adelante tienen butacas eléctricas y calefactables, mientras que el conductor podrá encontrar la mejor posición frente al volante rápidamente, ya que la columna de dirección tiene doble ajuste.
Atrás hay mucho espacio tanto para las piernas como hasta el techo, características que, junto con los respaldos reclinables (también se abaten en proporción 60/40) hacen que el viaje para dos adultos sea muy confortable. La plaza central es más pequeña y el respaldo muy duro, ya que ahí “se esconde” un apoyabrazos plegable.
En cuanto al baúl –espacio más que importante para un modelo que califica como familiar– hay que destacar que ofrece una capacidad de 543 litros. Pero hay un dato que es tan importante como ese: debajo del piso del baúl aparece una rueda de repuesto... ¡idéntica a las titulares! Cuando se quiere, se puede.
Alto nivel
Además de la estética y el amplio habitáculo, el nivel de equipamiento es una de las cualidades distintivas de este SUV. Ofrece una dotación completa, generosa, en la que casi todos los elementos disponibles responden a esa modernidad de la que hablamos antes. Digo “casi” porque me llamó la atención la selectora de cambios, con un diseño “tipo comando de avión”.
Dispone de dos pantallas digitales asociadas, tal como sucede con el sistema MBUX de Mercedes-Benz. El instrumental es configurable y modifica su estilo según el modo de conducción elegido (Eco, Normal, Sport y Smart), aunque el indicador de nivel de combustible está a cargo de segmentos luminosos, lo cual lo hace impreciso.
El sistema de infoentrenimiento –con pantalla táctil de 12,3”– ofrece muchas funciones (aunque no tantas como el MBUX), pero dada su operatoria hace falta dedicarle tiempo para sacarle el jugo al máximo.
Sin embargo, la información que ofrecen otros dispositivos es “a prueba de tontos”. Sólo por mencionar un ejemplo, al accionar los limpiaparabrisas (tiene sensor de lluvia) aparece en el tablero la posición elegida: no hay que adivinarla tratando de leer en la palanca correspondiente.
El equipo de audio es de buena calidad, pero no cuenta con comandos físicos más allá de los que aparecen en el volante multifunción.
Climatizador bi-zona con salidas traseras, gran techo panorámico, cuatro levantavidrios (sólo los delanteros con sistema “un toque”) y cargador inalámbrico para celulares, conforman la lista del rubro confort, además de los equipos mencionados más arriba.
Los que se ocupan de la seguridad se agrupan en un equipo bien preparado. Además de los seis airbags, sensores de estacionamiento, cámara de marcha atrás y 360 (se puede activar individualmente) dispone de una batería de ADAS muy eficiente. Tan “atentas” están esas asistencias, que a veces dan ganas de desconectar alguna: todo el tiempo hay señales sonoras y visuales de advertencia, lo cual, en honor a la verdad, ayudan, pero cansan...
Entre otras curiosidades, dispone de un sistema que te avisa cuando el auto de adelante inició la marcha: en un semáforo o en situaciones de tránsito trabado, el equipo detecta cuando estamos distraídos y emite una señal sonora con un mensaje en el tablero para que avancemos.
Más turbo
Este nuevo Kia Sportage emplea un motor de cuatro cilindros 1.6 turbo-naftero que entrega 178 CV de potencia y 27 kgm de torque que son gestionados por una caja automática de doble embrague y siete relaciones para llevar el par al piso a través de un sistema de tracción integral.
Es un vehículo pesado con una gran superficie frontal, pero eso no va en detrimento de las prestaciones, las cuales en nuestras pruebas fueron muy buenas. Medimos una velocidad máxima de 198,2 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 10 segundos.
Las mediciones en las que esperábamos mejores valores fueron las del consumo. Circulando en la ruta a velocidad constante arrojó números correctos (16,4 km/l a 90 km/h), pero en ciudad el consumo fue muy elevado, característica que se traduce en un rendimiento de 7,2 km/l.
En esas pruebas y durante el tiempo que tuvimos esta unidad, disfrutamos de unas suspensiones muy bien equilibradas, independientes en ambos ejes, que siempre ofrecieron confort y seguridad. La dirección también es muy buena, aunque el radio de giro es amplio.
Cuatro discos con ABS y sus asistentes electrónicos se ocupan de detener a este modelo de más de 1,5 toneladas de peso en distancias correctas: para frenar a cero desde 100 km/h recorrió 45,8 metros.
Sin valores
Cuando hacemos un repaso por la lista de posibles rivales de este modelo surcoreano, se abre un interesante abanico. Lástima que las actuales condiciones de la economía argentina no nos permitan compararlos correctamente, ya que, al cierre de esta edición, no había precios disponibles. “Argentina: no lo entenderías...”
Si hacemos un recorrido entre los SUV con motor turbo y tracción integral, aparecen el nuevo Honda CR-V (cuya versión EXL, 4x4, con motor de 191 CV todavía no esta a la venta), el Chevrolet Equinox, el Renault Koleos y hasta el Ford Bronco. Incluso podríamos encontrar algún rival entre los modelos “de sangre azul”, tal el caso del Audi Q3 40 TFSI Quattro.
En cuanto a la garantía, Kia es una empresa que ofrece cinco años o 100.000 kilómetros desde hace varios años.
