Probamos el nuevo Renault Megane E-Tech

Bajo un nombre conocido, este inédito crossover eléctrico se posiciona como el modelo más innovador de la marca francesa en la actualidad. Se destaca por su comportamiento dinámico y un alto nivel de confort y seguridad, pero su precio (condicionado por impuestos internos) lo convierten en un vehículo muy exclusivo. Galería de fotos

Para Renault, el nombre Mégane tiene una historia tan exquisita como extensa. Este modelo mediano (segmento C) que nació a mediados de la década de 1990 con formato sedán y hatch para reemplazar al Renault 19, a lo largo de su exitosa vida supo tener variantes cupé, cabriolet, rural y monovolumen (Scénic).

Básicos:
Velocidad máxima: 162,5 km/h / Potencia: 160 kW (220 CV) / Rendimiento promedio: 6,1 km/kWh / Precio: $ 71.000.000

Diseño/Aerodinámica (✭✭✭✭1/2): Estéticamente es muy atractivo y la carrocería ofrece un destacado coeficiente aerodinámico.
Confort/Espacio interior (✭✭✭✭): Calidad general destacada y habitabilidad apropiada. las butacas delanteras son muy ergonómicas.
Motor/Prestaciones (✭✭✭✭): Sin pretensiones deportivas, la respuesta del propulsor eléctrico es elogiable y la autonomía real es de las mejores entre los eléctricos disponibles en la argentina.

Los más: Prestaciones • Comportamiento dinámico • Nivel de seguridad.

Equipamiento/Instrumental (✭✭✭1/2): Ofrece una interesante cuota de confort y conectividad, aunque carece de algunos elementos que deberían ser de serie en un vehículo de su clase.
Suspensiones/Dirección (✭✭✭✭): El tren de rodaje ofrece gran aplomo en ruta y agradece andar en ciudad. la dirección eléctrica responde adecuadamente.

Los menos: Sin rueda de auxilio • Precio elevado • Faltantes de confort.

Transmisión/Caja (✭✭✭✭): Como en todo auto eléctrico, la respuesta es inmediata. Sin embargo varía sustancialmente entre los tres modos de conducción que tiene el motor.
Seguridad/Frenos (✭✭✭✭1/2): La dotación es inobjetable en este rubro y la respuesta de los frenos es contundente.
Precio/Garantía (✭✭): Su precio es muy elevado y no incluye un adaptador de emergencia para uso domiciliario.

Renault Megane E-Tech

Pero las modas cambian y en la actualidad hay una marcada demanda de SUV y crossover. En ese sentido, la marca del rombo entendió que era una gran oportunidad transformar la apariencia de este modelo hacia esta irrefrenable tendencia para dar vida a una nueva generación, aprovechando, además, para dar un notable giro tecnológico.

Es por ello que el nuevo Megane (desde ahora sin tilde en la primera “e”) seduce por su futurista apariencia como si se tratara de un concept car, y su denominación E-Tech da cuenta de su condición de vehículo ciento por ciento eléctrico. Se acaba de lanzar en la Argentina, y se posiciona como el nuevo buque insignia de la terminal francesa en nuestro país.

Renault Megane E-Tech

Simplemente encantador
El Megane E-Tech estrena un nuevo lenguaje de diseño denominado “emo-tek” (en referencia a “emocional”), que Renault también aplica en los modelos Scénic y Rafale comercializados en Europa.

Producido en Francia sobre la plataforma CMF-EV orientada específicamente para vehículos eléctricos (la misma del Nissan Ariya), en la carrocería bi-tono, elegante y sofisticada, se destacan las modernas firmas lumínicas de led (con efecto 3D en las traseras), los marcados ángulos de los paragolpes y la nervadura del capó, mientras que los picaportes delanteros se esconden sobre la superficie de las puertas, mientras que los traseros están "camuflados" en los parantes C. Esas características, junto con el diseño plano de las llantas diamantadas de 18 pulgadas, contribuyen a la elogiable aerodinámica vehicular que, según Renault, es de Cx 0,29.

Renault Megane E-Tech

Como es de esperar, toda esta modernidad tiene su correlato puertas adentro, donde la tecnología pica en punta. El tablero de instrumentos ciento por ciento digital de 12,3 pulgadas (con pocas opciones de personalización) se “conecta” como una misma pieza con la central multimedia flotante, cuya pantalla de 9 pulgadas ofrece calidad de imagen y respuesta táctil destacada, a la vez que se puede emparejar con dispositivos Android Auto o Apple CarPlay de manera inalámbrica. Debajo de esta última se emplaza una cómoda plataforma con cargador inductivo para teléfonos celulares.

La calidad general es elogiable. Todos los comandos están al alcance del conductor y el panel de a bordo combina materiales plásticos con revestimientos textiles, acolchados y Alcántara, fórmula que se replica en las puertas delanteras, donde, además, hay incrustada una moderna tira de led para la iluminación ambiental con diferentes tonos a elección.

Renault Megane E-Tech

El volante multifunción asimétrico (de formato cuadrado) ofrece un excelente grip y se puede regular tanto en altura como en profundidad. Eso, sumado a la múltiple regulación de la butaca del conductor, permite encontrar una óptima posición de manejo.

El punto de “conflicto” es que detrás del volante (sobre el lado derecho) aparece el comando de la selectora de cambios (al estilo Mercedes-Benz), del limpiaparabrisas y de la radio, los cual demanda un tiempo para acostumbrarse, ya que en ocasiones al querer manipular alguno de ellos se acciona involuntariamente otro.

Renault Megane E-Tech

Cabe destacar que tanto el volante como las butacas delanteras son calefactables, pero curiosamente los ajustes de ambas son manuales, a excepción de la regulación lumbar del conductor, que es eléctrica: un detalle negativo para un vehículo de su categoría y precio.

Entre otras rarezas, tampoco cuenta con techo panorámico, pero sí equipa el mismo retrovisor digital del Nissan Leaf (heredado de la alianza con la marca japonesa), cuya cámara trasera replica en el espejo central todo lo que ocurre detrás del vehículo con mucha nitidez, incluso de noche.

El sector posterior no es especialmente grande pero caben tres adultos: quien viaje en la plaza centrar se beneficiará de no tener que lidiar con el túnel de la transmisión para estirar las piernas, ya que el piso es plano. En este espacio hay salida de aire acondicionado y doble toma USB tipo C para recargar dispositivos, además de luces de lectura con comandos capacitivos debajo del techo.

Renault Megane E-Tech

Renault declara una capacidad de baúl de 440 litros, aunque esa medición contempla el compartimiento oculto debajo del cobertor del piso, donde se guarda el cable de recarga que trae el vehículo.

El punto negativo es que el Renault Megane E-Tech carece de rueda de auxilio o un kit de reparación de emergencia. Además, tratándose de un vehículo que se precia de tecnológico, no ofrece sistema de apertura del portón trasero de manera remota o por gesto, tal como ocurre con muchos SUV medianos: desde el comando de la llave sólo se puede destrabar para luego accionarlo manualmente.

Renault Megane E-Tech

"E-Tech vibes"
La única configuración del Megane E-Tech que llega a nuestro mercado es la más encumbrada de la oferta a nivel mundial: utiliza un motor eléctrico de 160 kW de potencia (220 CV) y 300 Nm de par (30,5 kgm) que es alimentado por un pack de baterías de iones de litio de 60 kWh de capacidad y, a diferencia de otros vehículos eléctricos de la marca del rombo, tiene refrigeración por líquido en vez de por aire.

Este impulsor trabaja asociado con una caja automática de una sola marcha encargada de enviar la tracción a las ruedas delanteras, y ofrece tres modos de manejo (Eco, Comfort y Sport), que modifican sustancialmente el comportamiento del vehículo en función de cada situación: en el primero, a fin de preservar el consumo de energía, es necesario presionar el acelerador con un poco de ímpetu para obtener la misma respuesta que en el modo tradicional, en tanto que con la opción deportiva, la respuesta es sobresaliente.

Renault Megane E-Tech

Precisamente con ese “seteo” realizamos las pruebas de rigor, en las que alcanzamos una velocidad máxima de 162,5 km/h (limitada) y aceleramos de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos. Los registros de elasticidad también fueron satisfactorios, precisando de apenas 4,1 segundos para pasar de 80 a 120 km/h, dando una contundente muestra de sus capacidades para realizar maniobras de sobrepaso.

El comportamiento dinámico del Megane E-Tech a altas velocidades es verdaderamente excepcional; en eso tiene mucha injerencia la solidez estructural del chasis y el bajo centro de gravedad, además de la impecable asistencia de la dirección eléctrica.

Renault Megane E-Tech

Otro aspecto para destacar es la respuesta del sistema de frenos (con discos en las cuatro ruedas y varias asistencias electrónicas): para detenerse por completo desde 100 km/h necesitó 40,5 metros, una distancia más que elogiable para un vehículo que pesa 1.680 kilos.

A contramano de lo que este ADN deportivo pueda suponer, este crossover también resulta un vehículo confortable para el ámbito urbano. Las suspensiones ofrecen un adecuado equilibrio (multilink en el eje trasero), y el perfil de los neumáticos (195/60 R18) es apropiado para nuestras calles, en tanto que el bajo despeje no acusa recibo ante badenes, baches o lomos de burro, en parte también gracias a los cortos voladizos de la carrocería.

Renault Megane E-Tech

Al igual que muchos autos eléctricos, el Megane E-Tech cuenta con frenado regenerativo, en este caso con cuatro niveles que se regulan con las levas del volante. Suma, además, y un sistema similar al e-Pedal de Nissan que permite gestionar la marcha usando sólo el acelerador.

Así, circulando a velocidad elevada, la respuesta no es brusca, pero en maniobras más cerradas (para estacionar, por ejemplo) lleva tiempo acostumbrarse a este mecanismo, que puede pegar “tironeos” inesperados.

Renault Megane E-Tech

Autonomía y recarga
De acuerdo con el ciclo de homologación europeo, la marca francesa declara una autonomía de 450 kilómetros para el Megane E-Tech. Indudablemente, este es el apartado más sensible a la hora de evaluar un auto eléctrico, ya que la autonomía real difiere sustancialmente de la expresada por cada automotriz, que logra medir ese rango en condiciones de uso inmejorables.

Pero repasemos los datos obtenidos durante nuestros días al volante del crossover de Renault: un consumo promedio de 17 kWh/100 km, es decir, un rendimiento en el orden de los 6,1 kilómetros por cada kWh que, si consideramos la capacidad máxima de las baterías (60 kWh), da una autonomía promedio en torno a los 366 kilómetros: nada mal para moverse en un radio amplio con una sola carga, aunque todavía sigue siendo un rango limitado para viajar.

Renault Megane E-Tech

A propósito de la recarga, hay que considerar algunos factores que varían el tiempo de la misma, como la capacidad útil de las baterías, el tipo de cargador que se utilice y la potencia de carga del vehículo. Nuestra unidad de prueba contaba con una tarjeta de membresía de Chargebox Net, red que cuenta varios cargadores en diferentes puntos del país.

Durante una de las paradas a repostar en uno de los tótems de 22 kW (semi-rápido, de corriente alterna) que tiene esta compañía en el playón de un supermercado, teniendo el 20 % de carga el tiempo estimado para llegar al 80 % era de 1h53m, en tanto que para alcanzar la totalidad ascendía a 2h38m.

Renault Megane E-Tech

El nivel de carga se puede configurar a voluntad mediante la pantalla central, e incluso es posible programar o diferir la misma por horarios. Este modelo viene de serie con un cable “de modo 3” apto para enchufar en cargadores públicos o en los wallbox domésticos (monofásicos de 7,4 kW de potencia), pero no dispone del adaptador de emergencia que suelen ofrecer muchos autos eléctricos.

Si bien con este último se puede llegar a tardar un día entero para completar la carga, tal como indica su nombre sirven para salir de apuros, sobre todo en lugares donde no hay una mejor opción. Lógicamente, la situación óptima es con un cargador rápido (DC) de 130 kW de capacidad: hay pocos en la red pública o en estaciones de servicio, pero mediante estos es posible recargar el 50 % de las baterías en apenas 14 minutos.

Renault Megane E-Tech

Aclaro que me encanta manejar autos eléctricos, pero debo reconocer que todavía me resulta estresante la dinámica de recarga de las baterías por la complejidad que representa su logística: nada más valioso que el tiempo...

Una de cal, otra de arena
Difícil encontrar fisuras en el equipamiento del Megane E-Tech, amén de la ausencia de algunos ítems de confort ya mencionados. En seguridad se destaca por ofrecer siete airbags y un sinfín de asistencias a la conducción (ADAS), entre las que se destacan el frenado autónomo de emergencia, alerta de punto ciego, alarma para estacionamiento cruzado, reconocimiento de señales de tránsito, control de velocidad crucero adaptativo y sensor de mantenimiento de carril, entre otros.

Renault Megane E-Tech

Queda claro que toda la tecnología al servicio de los ocupantes, el refinamiento en el diseño y la calidad general de este vehículo pasan factura en ventanilla al momento de la compra.

Sin embargo, la distorsión que vive el sector automotor argentino, plagado de cargas impositivas en los 0 km (fundamentalmente, los extra-zona) provoca que el valor del Renault Megane E-Tech escale a 71.000.000 pesos (unos 71.000 dólares), poco menos que el doble de lo que cuesta en otros mercados, donde dependiendo de la versión y rango de potencia la gama va desde los 35.200 hasta los 47.700 euros.

Renault Megane E-Tech

Cabe destacar que dentro del valor mencionado Renault Argentina incluye los dos primeros service y la membresía “Mobilize Charge Pass” bonificada por 6 meses, la cual les permitirá cargar en toda la red Chargebox Net del país. Asimismo, desde la marca del rombo ofrecen financiación para la compra e instalación de cargadores semi rápidos (wallbox) domiciliarios.

De momento este encantador crossover resulta un vehículo muy exclusivo, pero si el horizonte se despeja y hay cambios radicales en el mercado local (desde las automotrices esperan con optimismo nuevas reglas comerciales), el Megane E-Tech puede convertirse en objeto de deseo para aquellos usuarios que pretendan abrazar la movilidad 100 % eléctrica.

FICHA TÉCNICA Y PRESTACIONES: